domingo, 24 de abril de 2011

Carlos Eduardo Palacio Ballesteros

Cogiendo un Periquito

Cómo coger correctamente a un periquito
Todos aquellos que alguna vez hemos cogido algún periquito sabemos lo que puede doler un picotazo de los suyos, porque una vez que enganchan un dedo no lo sueltan :-) Por lo que a veces los soltamos por reflejo y el pájaro queda en libertad, con unos guantes evitaríamos esto.
Existe otro método, que es el que yo empleo, aunque no me libro de sus picos, y es cogerlos con una mano, por la parte del lomo, atrapando todo su cuerpo, y aprisionando con dos de nuestros dedos su cabeza (con cuidado) para que no pueda girarla y sacudirnos esos picotazos que da.
Por mi experiencia, os digo que las pericas son más agresivas con los dedos que los machos, pero que todos hacen pupa, así que si vamos a cambiarlos de jaula, o a curarles alguna herida lo hagamos rápidamente preparando el material de cura o la jaula nueva con la puerta abierta para soltarlo cuanto antes dentro y cerrar enseguida.
Esto sirve si tenemos a nuestro periquito en una jaula, pero si los tenemos en una pajarera o aviario, esto se complica mucho, y ya deberemos usar otros sistemas como "la manga", que es un cono de malla, es como un caza mariposas, antes de proceder con él, podemos mojarles las alas con un pulverizador para que les pesen y se cansen antes de volar con lo que nos faciliten la labor de atraparlos.
Si nos lo vamos a llevar de viaje...
Las jaulas para el transporte no serán muy grandes para evitar que el periquito revolotee y se haga daño, no colocaremos perchas y taparemos la jaula con algo oscuro para que no se inquiete el animal.
Es mejor no colocarles bebederos, ya que con el vaivén del viaje pueden verterse y acabar empapando al ave, pero para sustituir el agua les colocaremos lechuga tierna, así pierden la sed pero no el agua. Los comederos los sujetaremos muy bien para que no bailen ni vayan de un lado a otro.

El Adiestramiento

El Adiestramiento
Hay que advertir que el mejor o peor adiestramiento siempre depende de dos factores esenciales, aparte de los secundarios:
-El factor periquito
-La habilidad del enseñante
La elección del periquito
En teoría será más sencillo amaestrar un periquito joven pues en principio suelen ser más dóciles, también que sea de carácter alegre y juguetón, es decir, mejor si es un periquito amigable y no muy arisco, pues esto evidentemente hará que nos cueste mucho más ganarnos su confianza, si es que lo conseguimos algún día.
Seguro que en algunas tiendas de animales habéis visto que venden periquitos "amaestrados", en realidad lo único que han hecho es cortarles ciertas plumas para que no puedan volar y así podamos tenerlos en las manos sin que salgan volando. En mi opinión es como si a cualquier otro animal le cortaramos algún miembro de su cuerpo como las patas para evitar que salga corriendo. Ese sistema es prácticamente mutilar al ave.
Amaestrando
Si acabamos de adquirir a un periquito lo normal es que durante unos días el ave esté nervioso ante su nuevo hogar o que esté apagado sin moverse ni cantar. Esto es normal porque se está adaptando al cambio que ha sufrido.
Una vez se ha adaptado o bien ya tenemos un periquito ya habituado podemos empezar a intentar ganarnos su confianza. Por naturaleza siempre nos van a tener miedo y pensarán que intentamos hacerles daño cuando a lo mejor sólo estamos cerca de la jaula para ponerles comida.
Lo ideal sería colocar la jaula en un lugar frecuentado de la casa para que poco a poco se vaya acostumbrando a la presencia humana. Hemos de procurar intentar no asustarlo con movimientos bruscos o al cambiarles la comida, hacerlo todo lo más tranquilamente posible. Si le hablamos hacerlo con un tono de voz suave.

Aquí podemos ver un periquito amaestrado que hace vida fuera de su jaula y en el hombro de su adiestrador.


A todo esto yo me estoy refiriendo a un sólo periquito pero es igual de válido para una pareja. Los periquitos tienden a imitar lo que hacen sus compañeros, con lo que cualquier avance que consigamos con uno de ellos puede que su compañero lo imite.
Una vez lo tenemos habituado al hogar hemos de ganarnos su confianza, al principio no es recomendable meter la mano en la jaula porque se asustará. Primero que se acostumbre a nuestra presencia y luego ya a nuestra mano.
Conseguir que se suba a nuestro dedo se puede hacer ofreciéndoles alguna golosina que les guste (panizo, lechuga...), y día tras día hacer que cada vez se acerque más a nuestra mano hasta que le pierda el miedo y se suba en ella. También podemos ayudarle un poco poniendo uno de nuestros dedos en su vientre a la vez que le ofrecemos la golosina, presionando levemente podemos conseguir que se suba a nuestro dedo. Claro que esto es válido cuando ya se ha hecho "amigo" de nuestros dedos. Quiero dejar claro que este método no consiste en dejar al periquito sin comida para obligarlo a comer de nuestra mano, el ave siempre tiene que tener su mezcla de semillas habitual a su disposición.
Todo esto requiere paciencia y paciencia y tiempo, algunos periquitos requerirán más tiempo y otros menos. Una vez amansado, comiendo de nuestra mano, no asustándose y acudiendo a nuestra llamada, podemos intentar enseñarle alguna habilidad.
Los paseos fuera de la jaula
Hemos conseguido que ya tenga cierta confianza con nosotros y posiblemente queramos sacarlo de la jaula para que esté con nosotros.
Al principio lo más normal es que salga volando chocando contra muebles o paredes, con lo que es muy recomendable que la habitación donde lo tenemos suelto tenga las ventanas cerradas y no haya peligros para el periquito como aristas puntiagudas, estufas o cualquier otra cosa donde pueda ir a parar el periquito en su loco batir de alas.
Es muy recomendable que sea él quien salga de la jaula y no nosotros quienes lo saquemos quizás a la fuerza. En principio este paso ya lo tendríamos dado, pues lo tenemos acostumbrado a nuestra mano y se sube a nuestro dedo, podemos ofrecerle la golosina en la puerta de la jaula, evidentemente abierta, para que se acerque y salga. Si no quiere salir es mejor dejarlo.

Periquito fuera de su jaula y en la mano de su adiestrador.


Para volver a introducirlo en la jaula es igual de válido lo dicho anteriormente, no es recomendable perseguirlo por la habitación e intentar cogerlo, con esto lo único que conseguiríamos es asustarlo y que vuelva a coger miedo a nosotros y a nuestra mano. Para regresarlo a la jaula podemos intentarlo con el mismo método con el que lo hemos sacado, ofrecerle una golosina, hacer que se suba a nuestro dedo y volver a meterlo. También podemos acercarle la jaula para que él mismo se introduzca, si tiene hambre o sed posiblemente lo haga.
Poco a poco haremos que los paseos fuera de la jaula sean más agradables para él y para nosotros. Todo es cuestión de paciencia. Cuando ya lo tenemos acostumbrado a salir podemos enseñarle a que acuda a nuestra llamada enseñándole su golosina favorita a la vez que lo llamamos, siempre en tono suave.

Enfermedades y Modo de Combatirlas

Nuestro periquito está enfermo
Esta lista está elaborada para que nos ayude a identificar qué enfermedad es la que está debilitando a nuestro periquito, en ningún caso pretende sustituir a un veterinario, el cual nos dará un trato más profesional. En este punto hay que tener en cuenta que deberíamos buscar un veterinario de exóticos, con esto nos aseguramos que sabrá tratar a nuestro periquito, ya que los veterinarios que sólo tratan a perros y gatos pueden no saber cómo actuar ante este tipo de aves.
Los síntomas son muy parecidos de una enfermedad a otra, con lo que nos pueden hacer dudar. Los periquitos soportan todo lo que pueden antes de mostrar algún síntoma de que les pasa algo, intentan esconder su enfermedad para no mostrar debilidad ante posibles depredadores. Así que para cuando notemos que a nuestro periquito le ocurre algo tendremos que tener claro que para entonces la enfermedad ya está avanzada.
Está triste y apático, apenas pía. Infla mucho el plumaje. No tiene fuerzas para sujetarse encima de la percha, se acuesta sobre ella, apoyando el vientre, mueve la cola al ritmo de la respiración.
Según el tipo de enfermedad dejará de comer o comerá mucho más de lo normal. Beberá también ávidamente.
Aquí te muestro una lista con las enfermedades más comunes y el modo de combatirlas. En la mayoría de los casos será imprescindible coger al periquito para administrarle el tratamiento, lo cual suele ser problemático tanto para nosotros como para ellos. Puedes encontar más información al respecto en la sección de cómo coger correctamente a un periquito.
Resfriado común
Ocasionado principalmente por corrientes de aire o cambios bruscos de temperatura. Bien tratado y cogido a tiempo no suele ser mortal. El periquito afectado estará triste y con el plumaje hinchado, permanece somnoliento y con una respiración pesada. Hay que darles calor, si los tenemos en el exterior habrá que ponerlos a cubierto dentro de casa, si conseguimos que el enfermo consiga una temperatura estable ya habremos avanzado bastante. Agua limpia, una buena alimentación de calidad, panizo para que no deje de comer y a la vez engorde son fundamentales. Para ayudarle todavía más, sustituye el agua por infusión de manzanilla o de hinojo (a temperatura ambiente). Suele ser recomendable aislar a los ejemplares enfermos.
Ácaros de la sarna
Dolencia que se manifiesta en forma de costras en el pico, en la parte de la cera e incluso en las patitas. No es para nada mortal pero sí muy molesta para el periquito. Untando un bastoncillo de algodón con aceite de oliva (o mejor aún con aceite de parafina, de venta en farmacias) y restregándoselo por las zonas afectadas, en un par sesiones, se les suele ir completamente. Hay que prolongar el tratamiento un par de semanas más para asegurarnos que no vuelven a aparecer los ácaros. Si eso no funciona en las tiendas de animales venden algunos tratamientos, los hay en forma de pomadas, en spray y gotas que se administran en el cuello del ave, funcionan practicamente en todos los casos.
 
Catarro de buche
Se presenta en los casos en que se dan alimento adulterados o comida verde sin lavar. El pájaro está triste, pico sucio, plumas erizadas, buche muy distendido, piel violeta, dejan de comer y beben ávidamente. La enfermedad dura unos 3-5 días y acaba con la muerte. Hay que darles granos limpios y lechuga bien lavada.
Catarro gastro-intestinal
Aparece en los ejemplares jóvenes, se debe a la mala calidad del grano, el periquito está triste, no come y las heces son blandas y acuosas, bebe abundantemente y enflaquece rápidamente terminando con la muerte. Se los separa para evitar contagio, se los mantiene con una temperatura suave y se les da alimento muy limpio.
 
Asma
Enfermedad crónica que se caracteriza por la dificultad respiratoria, muy acentuada en la respiración. Es una dolencia difícil de curar, por no decir imposible, pero generalmente no ocasiona la muerte. No hay que cansar ni asustar al animal, que puede mejorar si se pone en el agua del bebedero un trocito de regaliz o unas gotas de jarabe de Tolú.
 
Bronquitis
Inflamación de los bronquios y mucosas, que recubren las vías aéreas. Puede ser producida por polvillo de cal viva, gases irritantes, gérmenes... Los ejemplares afectados respiran penosamente, abriendo el pico para aspirar aire, permanecen quietos con los ojos cerrados, pierden el apetito y pueden llegar a sucumbir. Para el tratamiento es necesario ponerles en un local abrigado pero ventilado. Hay que separarlos del resto para evitar el contagio.
 
Epilepsia
Frecuente en los ejemplares jóvenes, se observa al momento al verlos saltar y revolotear por la jaula de manera rara, imprevista y alocada, quedando finalmente como paralizados por las patas y alas, lo que ya les impide saltar y volar, arrastrándose torpemente por el suelo. Enfermedad incurable, el único remedio algo eficaz es impresionarles repentinamente duchándolos con agua fría y secándolos inmediatamente al sol, lo que al parecer les devuelve el funcionamiento normal de los miembros.
 
Estreñimiento
Los periquitos hacen inútiles y continuos esfuerzos para depositar sus defecaciones, se cura dándoles abundante lechuga.
 
Fracturas
Se trata de roturas de algún huesecillo, particularmente de las alas o las patas, no suele haber complicaciones, pero si no se tiene cuidado la soldadura tiene lugar defectuosamente y el ejemplar puede quedar cojo.
 
Melancolía
Puede darse porque el periquito esté solo y más cuando se trata de adultos que han vivido en común. Si el solitario es macho, le desaparece la melancolía sólo con ponerle con otro, sea macho o hembra. En cambio si es hembra, solo se remedia con un macho, ya que con una hembra la atacará, matándola si puede.
 
Obesidad
El exceso de grasa no suele ser mortal para los periquitos que no se dedican a la reproducción, en cambio si lo es para éstos, sobretodo para las hembras que fallecen por atravesárseles un huevo. El remedio más eficaz consiste en separarlos en una jaula individual, darles verdura y comida en cantidad suficiente para su nutrición pero sin que se harte.
 
Parálisis de los jóvenes
Disminución o privación absoluta de ciertos movimientos voluntarios. Las causas pueden ser diversas, defectuosa alimentación, falta de luz solar, carencia de vitaminas... Hay que darles abundante lechuga, hueso de sepia y luz solar directa. Si la parálisis es de un ejemplar adulto, es incurable.
 
Paratifosis
Pierden la alegría, dejan de cantar y permanecen en los saltadores con las plumas erizadas, están con los ojos cerrados y su respiración es acelerada. Tardan muy poco en morir. Se les aislará, limpiándoles la jaula a diario, se renovará el agua dos o tres veces al día, echándole de 2 a 5 gramos de sulfato de hierro por litro.
 
Pepita
Se presenta como un tumor pequeño que sale debajo de la lengua, lo que les impide comer, y se conoce cuando el periquito está con la cabeza erizada y el pico casi siempre abierto. Se le abrirá el pico, cogiendoles la lengua con unas pinzas y con un alfiler desinfectado arrancarles el callo y aplicar en la heridita, un liquito a base de cebolla machacada y vinagre fuerte. Hay que mantener al pájaro una hora sin agua ni lechuga.
 
Piojillo
Son unos parásitos pequeñísimos que se alojan debajo de las plumas. Se conoce que están atacados por ellos al tener las plumas erizadas, mostrándose inquietos y sin cesar de expurgarse. Se debe a falta de higiene, se rocía al periquito con alcohol de 90º y se le pone en una jaula limpia.

Elección del Periquito

Antes de comprar...
Bien, has pensado en adquirir un periquito, quizá una pareja, pero antes tienes que saber algunas cosas, estas aves pueden llegar a vivir hasta doce años, tú te tienes que comprometer a cuidar al animal, no tratarlo como una atracción, hay que cuidarlo correctamente. Hay que tener un alojamiento adecuado para él y su jaula, que no debe de ser muy pequeña, y mejor rectangular que de forma vertical.
Los periquitos, como cualquier otro animal ensucian, allí donde los pongas caerán al suelo plumas y restos de comida, piarán constantemente durante las horas de sol, si no te gusta su sonido no los compres.
¿Tienes con quien dejar a tu mascota si te vas de vacaciones? ¿Has pensado que te puedes llegar a cansar de él? ¿Te sientes capacitado para darle todos los cuidados que necesita? Hazte estas preguntas antes de comprar no sólo un periquito sino cualquier animal, sino te sientes capacitado no lo compres y le harás un gran favor a ese periquito, y por extensión, también a ti mismo.
Aspecto que debe tener el periquito
Posiblemente adquiriremos nuestro periquito en una tienda de animales, donde en un gran jaulón hay varios ejemplares. A la hora de elegir, debemos tener en cuenta que pueden haber periquitos enfermos debido a las malas condiciones en las que normalmente se encuentran en las tiendas, los cuales, ante nuestra presencia, parecerán sanos, ya que se asustarán y pegarán su plumaje al cuerpo y se moverán, dando la impresión de ser ejemplares sanos. A la hora de fijarnos en ellos, estos consejos nos pueden resultar de ayuda a la hora de indentificar un periquito sano:
1. Plumaje liso, sin claros. Plumas de la cola sin formar son indicativos de aves jóvenes. El animal debe ser capaz de efectuar vuelos cortos.
2. Las aves que en la tienda estén con el plumaje ahuecado y en el fondo de la jaula y se dejan sacar con facilidad, están enfermas.
3. El plumaje de alrededor del ano, no debe estar pegajoso o sucio. Las patas y las garras deben estar limpias..
4. El pico no debe tener grietas. Los orificios del céreo deben estar libres y limpios. No debe jadear al respirar, ni emitir ruidos ásperos.
5. Debe tener la piel rosada. Una piel amarilla indica una degeneración adiposa. Debe tener una musculatura dura en el pecho y no esponjosa al tacto.
6. Si buscas un periquito joven, pincha aquí para saber como determinar la edad de un periquito.
Cuando llega a casa
Hay que dejar descansar al periquito una semana cuando lo llevamos a nuestro hogar, ya que le costará aclimatarse a su nuevo alojamiento donde no están sus hermanos, ni padres, ni el criador. Tampoco se debe dejar volar al ave hasta por lo menos una ó dos semanas después de su llegada al nuevo hogar.
Durante esos primeros días, procuraremos que nuestro periquito esté tranquilo y no sea molestado. Una vez ya esté acostumbrado a su nuevo entorno, podremos empezar a interactuar con él.
Por otra parte, si ya tenemos periquitos en nuestro hogar y hemos adquirido otro, por ejemplo una pareja para un periquito que esté solo, sería conveniente disponer de otra jaula a modo de cuarentena, ya que es posible que nos lo hayamos traído con alguna enfermedad contagiosa para nuestros otros periquitos, como pueden ser los ácaros de la sarna o parásitos.

La cría de nuestra pareja de periquitos

La reproducción
Muchos pájaros no se reproducen hasta la llegada de la primavera, sin embargo el periquito se aparea y cría en cualquier época del año, le es indiferente la estación en la que nos encontremos. No obstante, nosotros como cuidadores, debemos proporcionarles unas condiciones adecuadas para la cría, y lógicamente una temperaturas muy bajas típicas del invierno no son las condiciones más recomendables. Lo ideal es colocar el nido para los meses de marzo o abril.
Como ya tenemos claro que nuestra pareja es realmente una pareja y que ya está establecida, si la cosa va bien veremos que el macho se vuelve inquieto y travieso, cantando alegremente y saltando de un saltador a otro, se acercará a la hembra, se alejará y regresará rápidamente, mientras se aproxima a la hembra irá cantando y veremos como se le estrecha la pupila, dilatándose casi al punto de manera muy rápida.

Podemos conocer cuando una pareja, y concretamente la hembra, están en celo porque les cambia el céreo. En los machos el azul pasa a ser levemente más intenso y brillante. En las hembras es donde más se acentúa, ya que su color beige-marrón se vuelve marrón oscuro y algo más rugoso, está deseando ser madre.


Todo va según tiene que ir, pero falta el apareamiento. Cuando llegue el momento ella aceptará el cortejo del macho y se mostrará dispuesta, la veremos levantar la cola y reclinar la cabeza hacia atrás, toda una invitación que el macho no desaprovechará, colocará una de sus patas sobre la espalda de ella y un poco a lo torpe irá picando sobre ella mientras coge la postura para montarse encima, la cubrirá con una o las dos alas, mientras irá regalándole besitos continuamente, y entonces las cloacas de ambos entrarán en contacto y él depositará su semen en ella. Pueden estar apareándose durante tres o cuatro días.
La hembra empezará a entrar en el nido, entrará y saldrá, poco a poco empezará a pasar más tiempo dentro, hasta que ya apenas la veamos salir del nido más que para hacer sus necesidades (las hará en gran abundancia) y comer algo. Esto significará que va a empezar la puesta de los huevos, una pareja normal y en perfectas condiciones pone una media de 4-9 huevos. No siempre de todos los huevos saldrá un polluelo, sobretodo si la pareja es primeriza. Los huevos que están fecundados tienen un color más rosáceo y los que no lo tienen más blanco, el color es más clarito respecto a los fecundados.

Puesta e incubación
Hemos dejado a nuestra hembra dentro del nido, sus salidas se van haciendo menos y menos frecuentes, hasta que al fin, a los diez o doce días de haber entrado al nido pone el primer huevo, que incuba desde el primer instante.
En días alternos irá poniendo el resto de huevos hasta concluir la puesta, esto quiere decir que si el primer huevo lo pone un lunes, el segundo será para el miércoles y el tercero para el viernes, así sucesivamente, aunque debido a bajas temperaturas o a algún otro factor, los plazos pueden alargarse. La incubación corre por entero a cargo de la hembra, que apenas sale del nido más que para comer, y si su "esposo" es bueno, será él quien se ocupe de este menester.
El macho se asomará al nido, la llamará y ella subirá y asomará la cabeza por el orificio, abriendo el pico, donde el macho depositará amorosamente la comida que ha preparado en su buche. Tampoco es raro ni debemos preocuparnos si el macho entra en el nido para alimentar a la hembra, así mismo, es también normal que alguna hembra no tolere que el macho se quiera meter hasta la cocina y lo quiera echar a patadas, o más bien, a picotazos.
Es muy curioso observar a una periquita empollando, ya que está con las plumas erizadas cobijando por completo a los huevos. No hay que molestarlas cuando incuban, por lo menos excesivamente, mi experiencia me ha demostrado que hay hembras que aceptan mejor que otras que saciemos nuestra curiosidad abriendo la tapadera del nido, pero es mejor no abusar, ya que sino podemos ocasionar que abandone la nidada o que incluso rompa los huevos.
Nacimiento de los polluelos
La eclosión varía de acuerdo con la estación del año, oscilando entre los dieciséis a diecinueve días. En esta fecha nace el polluelo del primer huevo y con un día de intervalo o dos van naciendo los demás, esto se debe a que la puesta de los huevos las hace también en días alternos. Los polluelos que nazcan primero, con su calor, contribuirán de manera indirecta a la tarea materna, incubar.
Desde el primer instante chillan con una estridencia semejante a la del ratón, siendo gracioso oírlos. De esta manera se sabe que en el nido ya hay recién nacidos. Nacen sin plumas y con los ojos cerrados, los cuales no abren hasta el séptimo u octavo día de su existencia.
Durante la primera semana la madre les alimenta con lo que se llama “leche de periquita” que es una sustancia que segregan cuando están criando y en ningún caso puede ser reemplazada por la papilla de la cría a mano, ya que contiene nutrientes indispensables para el desarrollo del polluelo.
Mientras tanto les va naciendo un plumón de color blanco-ceniciento, que más adelante desaparece para dar paso al definitivo y verdadero plumaje. Si os fijais, podréis observar que las crías tienen abultada la parte del cuello, no os alarméis porque eso es el buche.

Aquí podemos ver, de izquierda a derecha, pequeñajos con una semanita de edad, ya más creciditos con dos semanitas de edad y la última con veinte días. Hay que notar que estas edades se corresponden al primero que nació.


Cómo alimentar a los progenitores que están criando
Los únicos cuidados que requieren es que no les falte mijo, alpiste, avena (su mezcla de semillas habitual), lechuga, agua y hueso de sepia o jibia.
Deberán disfrutar de todos estos alimentos diariamente, ya que las semillas les son indispensables como alimento, el agua y la lechuga para ayudar a la digestión y posterior regurgitación a los polluelos, aparte de ser necesarias para el organismo, y el hueso de sepia para la formación de los huesos y buen desarrollo de las crías, puesto que lo que coman los padres, comerán sus polluelos.
En las tiendas de animales venden un compuesto llamado "pasta de cría", que como su nombre indica es especial para parejas reproductoras. Normalmente no le harán ni caso hasta que no nazcan los polluelos, que es cuando la comerán para alimentar a los pequeñajos.

Desarrollo y salida de los ejemplares jóvenes
Cuando han cumplido alrededor de los 30-35 días de edad, los ejemplares van saliendo del nido, pero como ocurrió con la puesta de los huevos y la posterior eclosión, no salen todos a la vez, sino que el primero que sale es el primero que nació.
La alimentación dentro del nido corre a cargo de la hembra ayudada del macho, quien entra en el nido y va cuidando también de la prole. Fuera del nido, normalmente se encarga el padre hasta que ellos ya son lo suficientemente hábiles para procurársela ellos mismos, este aprendizaje dura unos diez días.
Si hemos topado con una pareja buena, veremos como aún sin haber salido todas las crías del nido, ya ha empezado la hembra una nueva puesta de huevos.
Separación
Es un punto en el que hay que tener bastante cuidado. No podemos poner a un periquito recién salido del nido, solo en una jaula porque no sabe donde queda la comida y puede morir de hambre, no es una tontería.
Pero puede darse el caso, como me ha sucedido a mi, que una vez el primer polluelo sale del nido, la madre ya no vuelve a dejarlo entrar y se pone agresiva con él, llegando incluso a hacerle daño, en este caso hay que apartarlo enseguida. Yo lo que hacía era colocar a estos recién salidos en otras jaulas con otros pericos ya adultos, así podía fijarse en ellos y aprender a comer, a ver donde queda el agua, lo que es la vida de un periquito.
Que un polluelo sea atacado por sus padres se debe a que seguramente la hembra va a empezar una nueva puesta, no reconocerá a su hijo y atacará. En una jaula apenas hay espacio para huir, con lo que puede sufrir mucho daño.
Así que yo recomiendo estar pendiente de la primera salida para ver como reaccionan sus progenitores y si es conveniente separarlos de ellos. Si todo marchara bien, la separación debe realizarse unos diez días después de la salida.
La alimentación será la corriente, o sea, la indicada para la comida del periquito en general.
Lances en la cría
Aquí te muestro algunos de los problemas que se te pueden presentar en la cría, no están todos, pero si los más usuales:
Muerte de los polluelos, esto puede ser debido a la falta de comida, descuido nuestro, sobretodo de la lechuga, hay que darles periódicamente una hojita de lechuga, lavada y no muy fría si la hemos sacado del frigorífico. Tampoco les debe faltar nunca agua. Recuerda que los polluelos se alimentan de lo que comen los padres.
Puede darse que fallezca uno de los progenitores:
Están incubando y fallece la hembra, no podrá hacerse nada salvo si tenemos otras parejas criando, probar a depositar un par de huevos por nido.
Están incubando y fallece el padre, la hembra puede continuar incubando o no, depende de ella, ya no tendrá el apoyo del macho para alimentarla.
Polluelos nacidos y fallece la hembra, si la hembra fallece dentro del nido se enfriará y dejará sin calor a las crías que fallecerán también, si muere fuera o ya son algo grandes y retiramos el cuerpo de la madre, los polluelos piarán pidiendo comida al padre que se encargará de alimentarlos, y lo hará bien, pues a mi me ha ocurrido, se me escapó la hembra, pero eso sí, los polluelos ya deben estar un poco crecidos.
Polluelos nacidos y muere el padre, no hay problema. Ella seguirá criándolos.
Otro lance frecuente es encontrarnos con huevos fuera del nido, o rotos , debido posiblemente a que hemos estresado a nuestra hembra abriéndole el nido cada dos por tres para mirar en su interior, no hay que abusar, y si lo hacemos hemos de procurar no asustar al animal o esperar a que salga a comer y echar un rápido vistazo. Para este caso sirve lo dicho anteriormente, podemos coger los huevos con cuidado y volver a colocárselos a ella o a otras parejas que estén incubando.
Si es un pequeño polluelo el que nos encontramos que han echado fuera del nido, jamás debemos intentar de alimentarlo nosotros porque lo único que haríamos es acelerar su muerte, sólo nos queda devolverlo al interior del nido y esperar.
De este problema ya he hablado anteriormente, y es que la hembra ataque a sus crías conforme van saliendo del nido, esto no se puede curar, y lo único es vigilar la salida y alejarlos de la hembra, poniéndolos en otra jaula con más pericos para que aprenda a comer, si no podemos hacerlo, podemos optar por ser la hembra quien sea apartada, pues las crías ya serán lo suficientemente grandes para que sea el padre quien se encargue de ellas. Yo prefiero la primera opción, apartar a las crías, pero con mucho cuidado de vigilar que coman.
Otro de los problemas que muera la hembra durante la puesta por atravesársele un huevo, en este caso, si observamos que están alicaídas y con el plumaje erizado, le untaremos el bajo vientre con una plumita mojada en aceite de oliva puro, muy refinado, ya que esta untura puede facilitar la depositación del huevo.
Resumen y últimos consejos
A modo de recopilario, los pasos a seguir serían:
1. Una pareja de periquitos, macho y hembra, con un año de edad y que esté establecida. Si no lo está habremos de esperar a que la hembra acepte al macho.
2. En una jaula de cría para ellos solos ponerles un nido, esto les incitará a críar.
3. La alimentación típica cuidando que no falte hueso de sepia, piedra de calcio y lechuga.
4. Él la montará, ella empezará a entrar al nido hasta que llegue un momento en que ya apenas salga
5. Pasadas unas dos semanas aproximadamente la hembrá pondrá su primer huevo, los sucesivos serán en días alternos.
6. Transcurridos unos dieciocho días eclosionará el primer huevo, los demás en días alternos.
7. Treinta días después del primer nacimiento, el primer polluelo en nacer saldrá del nido.
8. Si todo va bien, dejaremos a la descendencia con los padres para que aprendan a comer, si hay problemas los separaremos de los padres, cuidando de que no mueran de hambre por no saber dónde quedan los comederos.
Unos últimos consejos
La cría desgasta mucho ya que exige un gran esfuerzo físico, así que no debemos permitir que nuestra pareja haga más de dos o tres puestas al año, procurando que haya descanso entre una puesta y otra. Si dejamos el nido puesto seguirán y seguirán criando hasta que la hembra muera de puro agotamiento, además de que las últimas nidadas serán muy débiles.
Podemos encontrarnos que para cuando vayamos a retirar el nido porque ya ha salido el último polluelo, nos demos cuenta que la hembra ya tiene empezada una nueva puesta, si no queremos que continúe dejaremos que acabe la puesta, si retiramos el nido prematuramente, romperemos el ciclo de la periquita, que se verá obligada a buscar otro nido, con los problemas que eso puede ocasionar de estrés psicológico e incluso problemas físicos. Así que esperaremos a que deposite el último huevo y lo ideal sería sustituirlos por huevos de plástico y esperar a que sea la propia hembra la que abandone el nido, aunque eso no siempre funciona, así que simplemente retiraremos el nido y aprovecharemos para limpiar y desinfectar, así dejaremos el nido listo para futuras ocasiones.
Para el que se lo pregunte no hay ningún problema en cruzar periquitos australianos o comunes con periquitos ingleses. Si es la hembra la inglesa, los periquitos saldrán con su tamaño, pero no tan grandes como un inglés puro. Si es el macho el inglés, nacerán más próximos a los comunes, aunque también serán levemente más grandes.

Cuestiones previas a la cría y reproducción de los periquitos

No es un juego
Antes de permitir la cría de nuestros periquitos debemos asumir que tendrán descendencia y que por lo tanto tendremos que estar seguros de poder proporcionarles alojamiento y cuidados. Si solo tenemos una jaula con una pareja no podemos pretender que esa misma jaula luego albergue a los padres más la posible descendencia, ya que los problemas de espacio ocasionan que los padres ataquen a los polluelos conforme van saliendo del nido.

Si finalmente permites que tu pareja críe, descubrirás lo fascinante que es ver la evolución de una puesta de huevos. A continuación encontrarás todo lo que debes saber para que todo vaya bien.



Selección de ejemplares
Esto tiene sentido si vamos a adquirir en la tienda de animales unos periquitos con la intención de hacerlos criar, si ya tenemos una pareja establecida, no hace falta seleccionarlos.
Evidentemente hay que juntar un macho con una hembra, sino por mucho que lo intentemos no obtendremos nada :-) Para ello tendremos en cuenta el capítulo que trata cómo determinar el sexo de los periquitos, hay que escoger dos ejemplares ni muy jóvenes ni ya excesivamente mayores, la edad mínima en ambos miembros de la pareja es de diez meses, pero es muy recomendable esperar al año de edad, con esto nos aseguramos que ambos estén preparados para el desafío que supone sacar adelante una nidada.
Si ya hemos criado otras veces hay que saber que la habilidad para criar se hereda, si tenemos una pareja muy buena reproductora, su descendencia también lo será, así que escogiendo a uno de ellos tendremos la seguridad que son buenos criadores, esto no se tiene si los adquirimos en tienda.
El hecho del color de los reproductores influye en el color que tendrán los polluelos. Veremos que hay colores dominantes y colores recesivos, entre los dominantes se hallan el verde, el azul y el violeta, y entre los recesivos se cuentan el amarillo y el blanco. Esto no quiere decir que unos reproduzcan mejor que otros, un periquito verde puede ser peor criador que uno blanco y viceversa.
Se gustan, no se gustan
Los periquitos, al igual que las personas, tienen sus gustos, les puede gustar el compañero o compañera que les hemos puesto o no. Si se gustan no hay problema, pero si no lo hacen habremos de cambiarle la pareja. Si tenemos varios periquitos juntos podemos observar si ya hay parejas establecidas y entonces apartarlos en otra jaula con nido para criar, si no es así, tendremos que ir haciendo pruebas, podemos tener éxito a la primera o tardar un poco más.
No todo el mundo tiene espacio para albergar aviarios con muchos periquitos, donde las parejas se establecen de acuerdo a los gustos de los periquitos. Así que puede darse el caso de que hayamos comprado en una tienda de animales una simpática pareja y que una vez llegados al año de edad, si es que no lo tienen ya, queremos hacerlos criar y nos encontramos con que no hay manera. Es posible que nuestros periquitos no se vean como pareja. No hay que alarmarse.
En estos casos lo mejor es separarlos, bien mediante separador, bien utilizando otra jaula, los ponemos juntitos, que se escuchen y se vean pero no puedan estar juntos. Lo normal es que se echen de menos y deseen estar juntos, veremos que intentan acercarse a través de los barrotes, habrán pasado un par de días o quizá una semana, pero será el momento de juntarlos de nuevo y volver a colocarles el nido. Hay parejas que no dan ningún problema y crían a la primera y otras que les cuesta un poco más, no hay que rendirse, casi en la totalidad de los casos tarde o temprano se consigue la crianza.
Sabemos que tenemos una pareja cuando...
Sabemos que tenemos una pareja ya establecida cuando vemos en ellos el comportamiento típico de una pareja, rascarse mutuamente las zonas de difícil acceso como la nuca o espalda, darse besitos y regurgitar comida al amado, que normalmente es el macho el que alimenta a la hembra aunque en ocasiones pueden variar los roles y podemos ver a una hembra alimentandolo a él.


En este último aspecto el que la hembra acepte la comida agachándose levemente, levantando ligeramente la cabecita y abriendo el pico, es síntoma de que acepta al pretendiente como pareja estable. Además, ella lo utiliza como prueba de que será buen padre y en el futuro sabrá alimentar a los polluelos que puedan nacer de la puesta de huevos.
No mostrarán comportamiento sexual hasta que le coloquemos el nido, ya que ello les incita a criar, con lo que si no queremos que nuestros periquitos se reproduzcan simplemente con no ponerles un nido es más que suficiente. Así que si no les ponemos nido no criarán, pero la pareja seguirá establecida y mostrando todo el comportamiento típico.
El Nido
El periquito no cría como los demás pájaros, en estado silvestre, su nido es la sequedad de un tronco de árbol, en cautividad sigue el mismo sistema.
La primera vez que en cautividad se consiguió la reproducción fue con un nido de coco, totalmente ya en desuso, que consistía en aserrar el coco tal cual es extraído del cocotero por la mitad, se vaciaba y se volvía a unir con alambres, se le practicaba un agujero y servía perfectamente para la cría. Estamos hablando del año 1.855 y fue como por casualidad que la condesa Schwerin de Alemania logró crialos en cautividad.
En algunos lugares de este ancho mundo se utiliza un nido llamado de pita, consiste en aserrar un tronco seco de la pita y tapar con hojalata los extremos. Se hace un agujero para que los periquitos lo vacíen, lo que llevan a cabo con bastante rapidez, el inconveniente radica en que no se puede controlar la cría mirando en el interior ni limpiarlo debido a su difícil estructura.
El nido de madera es el más usual y más recomendado, reúne las mejores condiciones para la cría, puede construírselo uno mismo pues solo se necesita seis tablas, cuatro para el cuerpo, una para el fondo y la última para la tapadera, puede hacerse del tamaño que se quiera a fin de adecuarlo a la jaula, pero hay que tener en cuenta que cuando eclosionen los huevos deberá albergar a la hembra más sus polluelos.
Su mayor ventaja estriba en que como tiene una tapadera, puede abrirse a voluntad y observarse la evolución de la cría y limpiarse muy fácilmente. Unas medidas orientativas de este nido serían 15 cm de ancho, 25 cm de alto y 15 cm de profundidad. En la parte superior del anverso se hará un agujero de unos 4 cm de diámetro, por el que puedan entrar y salir los progenitores y las crías. Debajo de dicho agujero se colocará una pequeña tablilla que servirá para el fácil acceso al orificio de entrada. Se pueden encontrar nidos ya hechos en cualquier tienda de animales.
En una misma jaula no colocaremos más de una pareja criando y un nido, si es una pajarera y hay varias parejas, colocaremos los nidos a prudente distancia unos de otros, y más nidos de los necesarios para que no se produzcan riñas entre las hembras por los nidos.
Por último decir que el periquito es animal de pocos lujos, no necesita que le pongamos nada de fondo en el nido, ni papel de periódico, ni algodón, ni serrín ni nada de nada de nada, yo recomiendo no colocarles nada, solo el nido tal cual, la hembra se encargará de hacer en el fondo un pequeño trozo ovalado para depositar los huevos, y si el nido ya lo trae, ella lo hará más grande.

Limpieza e Higiene

Limpieza de lo que rodea al periquito
Tiene mucha importancia la higiene en todo cuanto se refiere al periquito. Es necesario ocuparse del alojamiento de nuestra mascota. Las jaulas deben limpiarse con frecuencia incluso desinfectándola, así podemos evitar muchas enfermedades de los periquitos por falta de higiene en su jaula. No hay que dejar que se acumule la suciedad en el fondo de la jaula, tampoco disponer los palos de forma que un periquito situado en uno superior pueda deponer en uno que esté inmediatamente debajo o en un comedero.
Los accesorios también habrá que limpiarlos, palos, bebederos y comederos, los bebederos cambiarles el agua frecuentemente en invierno y cada día en verano, procurando que no se forme esa capa verde debido a la estanqueidad del agua. Con los comederos tendremos en cuenta un detalle, las cáscaras vacías hay que retirarlas y rellenar con semillas nuevas, pero con cuidado de no dejar las semillas del fondo del comedero siempre en el fondo, porque llegará un momento que esas semillas tengan meses de antigüedad.
Ha de observarse periódicamente si los periquitos tienen insectos, cosa fácil de ver mirando debajo de sus alas, sitio preferido por tales bichos. Muchas veces se nota su presencia debido a que los periquitos se expurgan de manera anormal, con verdadero furor.
Como complemento, jamás debe faltar la ventilación ni la luz, el que piense que puede tener periquitos en malas condiciones, o posee mucha imaginación o mala voluntad.
Cómo se limpia nuestro periquito
Observando a un periquito podemos comprobar como es su aseo personal, veremos que después de alimentarse, si notan su pico sucio, se lo limpiaran ayudándose de los palos de la jaula. Cuando estén tranquilos se asearán sus plumas con el pico y las patas.
Respecto a sus uñas, el mismo roce con los palos hará que se mantengan dentro de un tamaño razonable, pero sino fuera así y tuviésemos que cortárselas, lo mejor es acudir a un veterinario de exóticos, ya que las uñas de los periquitos tienen una venita que si se la cortamos podemos ocasionarle una hemorragia. Si por diversos motivos no hay más remedio que ser nosotros los que tengamos que cortarle la uñas, cogeremos al animal, y a trasluz miraremos donde termina esa pequeña venita, para ver a partir de donde podemos cortar para no causarles una herida y una infección. Evidentemente, si se la causáramos, hay que desinfectarle la herida y curársela.
Con todo, debemos saber que si le cortamos la uñas una vez, tendremos que hacerlo siempre, ya que ocasionaremos que, al crecer, salgan más curvadas que de costumbre, teniendo problemas el periquito para coger agarre. Para el pico con una piedra de calcio y un hueso de sepia se lo limará y lo dejará filoso a la vez que hace acopio de minerales.
En verano y en días de mucho calor, podemos optar nosotros mismos por refrescarles con un pulverizador, procurando no darles directamente con el agua y mojarlos de pie a cabeza, es más preferible mojar partes de la jaula para que él luego se restriegue y se humedezca. También podemos optar por una bañera para periquitos, las hay para colgar por fuera de la jaula o interiores, en cualquier caso lo ideal es no sobrepasar los dos centímetros de agua, lo suficiente para que disfrute de un chapuzón sin el peligro de que se sumerja por completo. No a todos les gusta la bañera y no deberíamos preocuparnos si no le hacen ni caso, seguramente prefieran el método del pulverizador.