domingo, 24 de abril de 2011

Carlos Eduardo Palacio Ballesteros

Cogiendo un Periquito

Cómo coger correctamente a un periquito
Todos aquellos que alguna vez hemos cogido algún periquito sabemos lo que puede doler un picotazo de los suyos, porque una vez que enganchan un dedo no lo sueltan :-) Por lo que a veces los soltamos por reflejo y el pájaro queda en libertad, con unos guantes evitaríamos esto.
Existe otro método, que es el que yo empleo, aunque no me libro de sus picos, y es cogerlos con una mano, por la parte del lomo, atrapando todo su cuerpo, y aprisionando con dos de nuestros dedos su cabeza (con cuidado) para que no pueda girarla y sacudirnos esos picotazos que da.
Por mi experiencia, os digo que las pericas son más agresivas con los dedos que los machos, pero que todos hacen pupa, así que si vamos a cambiarlos de jaula, o a curarles alguna herida lo hagamos rápidamente preparando el material de cura o la jaula nueva con la puerta abierta para soltarlo cuanto antes dentro y cerrar enseguida.
Esto sirve si tenemos a nuestro periquito en una jaula, pero si los tenemos en una pajarera o aviario, esto se complica mucho, y ya deberemos usar otros sistemas como "la manga", que es un cono de malla, es como un caza mariposas, antes de proceder con él, podemos mojarles las alas con un pulverizador para que les pesen y se cansen antes de volar con lo que nos faciliten la labor de atraparlos.
Si nos lo vamos a llevar de viaje...
Las jaulas para el transporte no serán muy grandes para evitar que el periquito revolotee y se haga daño, no colocaremos perchas y taparemos la jaula con algo oscuro para que no se inquiete el animal.
Es mejor no colocarles bebederos, ya que con el vaivén del viaje pueden verterse y acabar empapando al ave, pero para sustituir el agua les colocaremos lechuga tierna, así pierden la sed pero no el agua. Los comederos los sujetaremos muy bien para que no bailen ni vayan de un lado a otro.

El Adiestramiento

El Adiestramiento
Hay que advertir que el mejor o peor adiestramiento siempre depende de dos factores esenciales, aparte de los secundarios:
-El factor periquito
-La habilidad del enseñante
La elección del periquito
En teoría será más sencillo amaestrar un periquito joven pues en principio suelen ser más dóciles, también que sea de carácter alegre y juguetón, es decir, mejor si es un periquito amigable y no muy arisco, pues esto evidentemente hará que nos cueste mucho más ganarnos su confianza, si es que lo conseguimos algún día.
Seguro que en algunas tiendas de animales habéis visto que venden periquitos "amaestrados", en realidad lo único que han hecho es cortarles ciertas plumas para que no puedan volar y así podamos tenerlos en las manos sin que salgan volando. En mi opinión es como si a cualquier otro animal le cortaramos algún miembro de su cuerpo como las patas para evitar que salga corriendo. Ese sistema es prácticamente mutilar al ave.
Amaestrando
Si acabamos de adquirir a un periquito lo normal es que durante unos días el ave esté nervioso ante su nuevo hogar o que esté apagado sin moverse ni cantar. Esto es normal porque se está adaptando al cambio que ha sufrido.
Una vez se ha adaptado o bien ya tenemos un periquito ya habituado podemos empezar a intentar ganarnos su confianza. Por naturaleza siempre nos van a tener miedo y pensarán que intentamos hacerles daño cuando a lo mejor sólo estamos cerca de la jaula para ponerles comida.
Lo ideal sería colocar la jaula en un lugar frecuentado de la casa para que poco a poco se vaya acostumbrando a la presencia humana. Hemos de procurar intentar no asustarlo con movimientos bruscos o al cambiarles la comida, hacerlo todo lo más tranquilamente posible. Si le hablamos hacerlo con un tono de voz suave.

Aquí podemos ver un periquito amaestrado que hace vida fuera de su jaula y en el hombro de su adiestrador.


A todo esto yo me estoy refiriendo a un sólo periquito pero es igual de válido para una pareja. Los periquitos tienden a imitar lo que hacen sus compañeros, con lo que cualquier avance que consigamos con uno de ellos puede que su compañero lo imite.
Una vez lo tenemos habituado al hogar hemos de ganarnos su confianza, al principio no es recomendable meter la mano en la jaula porque se asustará. Primero que se acostumbre a nuestra presencia y luego ya a nuestra mano.
Conseguir que se suba a nuestro dedo se puede hacer ofreciéndoles alguna golosina que les guste (panizo, lechuga...), y día tras día hacer que cada vez se acerque más a nuestra mano hasta que le pierda el miedo y se suba en ella. También podemos ayudarle un poco poniendo uno de nuestros dedos en su vientre a la vez que le ofrecemos la golosina, presionando levemente podemos conseguir que se suba a nuestro dedo. Claro que esto es válido cuando ya se ha hecho "amigo" de nuestros dedos. Quiero dejar claro que este método no consiste en dejar al periquito sin comida para obligarlo a comer de nuestra mano, el ave siempre tiene que tener su mezcla de semillas habitual a su disposición.
Todo esto requiere paciencia y paciencia y tiempo, algunos periquitos requerirán más tiempo y otros menos. Una vez amansado, comiendo de nuestra mano, no asustándose y acudiendo a nuestra llamada, podemos intentar enseñarle alguna habilidad.
Los paseos fuera de la jaula
Hemos conseguido que ya tenga cierta confianza con nosotros y posiblemente queramos sacarlo de la jaula para que esté con nosotros.
Al principio lo más normal es que salga volando chocando contra muebles o paredes, con lo que es muy recomendable que la habitación donde lo tenemos suelto tenga las ventanas cerradas y no haya peligros para el periquito como aristas puntiagudas, estufas o cualquier otra cosa donde pueda ir a parar el periquito en su loco batir de alas.
Es muy recomendable que sea él quien salga de la jaula y no nosotros quienes lo saquemos quizás a la fuerza. En principio este paso ya lo tendríamos dado, pues lo tenemos acostumbrado a nuestra mano y se sube a nuestro dedo, podemos ofrecerle la golosina en la puerta de la jaula, evidentemente abierta, para que se acerque y salga. Si no quiere salir es mejor dejarlo.

Periquito fuera de su jaula y en la mano de su adiestrador.


Para volver a introducirlo en la jaula es igual de válido lo dicho anteriormente, no es recomendable perseguirlo por la habitación e intentar cogerlo, con esto lo único que conseguiríamos es asustarlo y que vuelva a coger miedo a nosotros y a nuestra mano. Para regresarlo a la jaula podemos intentarlo con el mismo método con el que lo hemos sacado, ofrecerle una golosina, hacer que se suba a nuestro dedo y volver a meterlo. También podemos acercarle la jaula para que él mismo se introduzca, si tiene hambre o sed posiblemente lo haga.
Poco a poco haremos que los paseos fuera de la jaula sean más agradables para él y para nosotros. Todo es cuestión de paciencia. Cuando ya lo tenemos acostumbrado a salir podemos enseñarle a que acuda a nuestra llamada enseñándole su golosina favorita a la vez que lo llamamos, siempre en tono suave.

Enfermedades y Modo de Combatirlas

Nuestro periquito está enfermo
Esta lista está elaborada para que nos ayude a identificar qué enfermedad es la que está debilitando a nuestro periquito, en ningún caso pretende sustituir a un veterinario, el cual nos dará un trato más profesional. En este punto hay que tener en cuenta que deberíamos buscar un veterinario de exóticos, con esto nos aseguramos que sabrá tratar a nuestro periquito, ya que los veterinarios que sólo tratan a perros y gatos pueden no saber cómo actuar ante este tipo de aves.
Los síntomas son muy parecidos de una enfermedad a otra, con lo que nos pueden hacer dudar. Los periquitos soportan todo lo que pueden antes de mostrar algún síntoma de que les pasa algo, intentan esconder su enfermedad para no mostrar debilidad ante posibles depredadores. Así que para cuando notemos que a nuestro periquito le ocurre algo tendremos que tener claro que para entonces la enfermedad ya está avanzada.
Está triste y apático, apenas pía. Infla mucho el plumaje. No tiene fuerzas para sujetarse encima de la percha, se acuesta sobre ella, apoyando el vientre, mueve la cola al ritmo de la respiración.
Según el tipo de enfermedad dejará de comer o comerá mucho más de lo normal. Beberá también ávidamente.
Aquí te muestro una lista con las enfermedades más comunes y el modo de combatirlas. En la mayoría de los casos será imprescindible coger al periquito para administrarle el tratamiento, lo cual suele ser problemático tanto para nosotros como para ellos. Puedes encontar más información al respecto en la sección de cómo coger correctamente a un periquito.
Resfriado común
Ocasionado principalmente por corrientes de aire o cambios bruscos de temperatura. Bien tratado y cogido a tiempo no suele ser mortal. El periquito afectado estará triste y con el plumaje hinchado, permanece somnoliento y con una respiración pesada. Hay que darles calor, si los tenemos en el exterior habrá que ponerlos a cubierto dentro de casa, si conseguimos que el enfermo consiga una temperatura estable ya habremos avanzado bastante. Agua limpia, una buena alimentación de calidad, panizo para que no deje de comer y a la vez engorde son fundamentales. Para ayudarle todavía más, sustituye el agua por infusión de manzanilla o de hinojo (a temperatura ambiente). Suele ser recomendable aislar a los ejemplares enfermos.
Ácaros de la sarna
Dolencia que se manifiesta en forma de costras en el pico, en la parte de la cera e incluso en las patitas. No es para nada mortal pero sí muy molesta para el periquito. Untando un bastoncillo de algodón con aceite de oliva (o mejor aún con aceite de parafina, de venta en farmacias) y restregándoselo por las zonas afectadas, en un par sesiones, se les suele ir completamente. Hay que prolongar el tratamiento un par de semanas más para asegurarnos que no vuelven a aparecer los ácaros. Si eso no funciona en las tiendas de animales venden algunos tratamientos, los hay en forma de pomadas, en spray y gotas que se administran en el cuello del ave, funcionan practicamente en todos los casos.
 
Catarro de buche
Se presenta en los casos en que se dan alimento adulterados o comida verde sin lavar. El pájaro está triste, pico sucio, plumas erizadas, buche muy distendido, piel violeta, dejan de comer y beben ávidamente. La enfermedad dura unos 3-5 días y acaba con la muerte. Hay que darles granos limpios y lechuga bien lavada.
Catarro gastro-intestinal
Aparece en los ejemplares jóvenes, se debe a la mala calidad del grano, el periquito está triste, no come y las heces son blandas y acuosas, bebe abundantemente y enflaquece rápidamente terminando con la muerte. Se los separa para evitar contagio, se los mantiene con una temperatura suave y se les da alimento muy limpio.
 
Asma
Enfermedad crónica que se caracteriza por la dificultad respiratoria, muy acentuada en la respiración. Es una dolencia difícil de curar, por no decir imposible, pero generalmente no ocasiona la muerte. No hay que cansar ni asustar al animal, que puede mejorar si se pone en el agua del bebedero un trocito de regaliz o unas gotas de jarabe de Tolú.
 
Bronquitis
Inflamación de los bronquios y mucosas, que recubren las vías aéreas. Puede ser producida por polvillo de cal viva, gases irritantes, gérmenes... Los ejemplares afectados respiran penosamente, abriendo el pico para aspirar aire, permanecen quietos con los ojos cerrados, pierden el apetito y pueden llegar a sucumbir. Para el tratamiento es necesario ponerles en un local abrigado pero ventilado. Hay que separarlos del resto para evitar el contagio.
 
Epilepsia
Frecuente en los ejemplares jóvenes, se observa al momento al verlos saltar y revolotear por la jaula de manera rara, imprevista y alocada, quedando finalmente como paralizados por las patas y alas, lo que ya les impide saltar y volar, arrastrándose torpemente por el suelo. Enfermedad incurable, el único remedio algo eficaz es impresionarles repentinamente duchándolos con agua fría y secándolos inmediatamente al sol, lo que al parecer les devuelve el funcionamiento normal de los miembros.
 
Estreñimiento
Los periquitos hacen inútiles y continuos esfuerzos para depositar sus defecaciones, se cura dándoles abundante lechuga.
 
Fracturas
Se trata de roturas de algún huesecillo, particularmente de las alas o las patas, no suele haber complicaciones, pero si no se tiene cuidado la soldadura tiene lugar defectuosamente y el ejemplar puede quedar cojo.
 
Melancolía
Puede darse porque el periquito esté solo y más cuando se trata de adultos que han vivido en común. Si el solitario es macho, le desaparece la melancolía sólo con ponerle con otro, sea macho o hembra. En cambio si es hembra, solo se remedia con un macho, ya que con una hembra la atacará, matándola si puede.
 
Obesidad
El exceso de grasa no suele ser mortal para los periquitos que no se dedican a la reproducción, en cambio si lo es para éstos, sobretodo para las hembras que fallecen por atravesárseles un huevo. El remedio más eficaz consiste en separarlos en una jaula individual, darles verdura y comida en cantidad suficiente para su nutrición pero sin que se harte.
 
Parálisis de los jóvenes
Disminución o privación absoluta de ciertos movimientos voluntarios. Las causas pueden ser diversas, defectuosa alimentación, falta de luz solar, carencia de vitaminas... Hay que darles abundante lechuga, hueso de sepia y luz solar directa. Si la parálisis es de un ejemplar adulto, es incurable.
 
Paratifosis
Pierden la alegría, dejan de cantar y permanecen en los saltadores con las plumas erizadas, están con los ojos cerrados y su respiración es acelerada. Tardan muy poco en morir. Se les aislará, limpiándoles la jaula a diario, se renovará el agua dos o tres veces al día, echándole de 2 a 5 gramos de sulfato de hierro por litro.
 
Pepita
Se presenta como un tumor pequeño que sale debajo de la lengua, lo que les impide comer, y se conoce cuando el periquito está con la cabeza erizada y el pico casi siempre abierto. Se le abrirá el pico, cogiendoles la lengua con unas pinzas y con un alfiler desinfectado arrancarles el callo y aplicar en la heridita, un liquito a base de cebolla machacada y vinagre fuerte. Hay que mantener al pájaro una hora sin agua ni lechuga.
 
Piojillo
Son unos parásitos pequeñísimos que se alojan debajo de las plumas. Se conoce que están atacados por ellos al tener las plumas erizadas, mostrándose inquietos y sin cesar de expurgarse. Se debe a falta de higiene, se rocía al periquito con alcohol de 90º y se le pone en una jaula limpia.

Elección del Periquito

Antes de comprar...
Bien, has pensado en adquirir un periquito, quizá una pareja, pero antes tienes que saber algunas cosas, estas aves pueden llegar a vivir hasta doce años, tú te tienes que comprometer a cuidar al animal, no tratarlo como una atracción, hay que cuidarlo correctamente. Hay que tener un alojamiento adecuado para él y su jaula, que no debe de ser muy pequeña, y mejor rectangular que de forma vertical.
Los periquitos, como cualquier otro animal ensucian, allí donde los pongas caerán al suelo plumas y restos de comida, piarán constantemente durante las horas de sol, si no te gusta su sonido no los compres.
¿Tienes con quien dejar a tu mascota si te vas de vacaciones? ¿Has pensado que te puedes llegar a cansar de él? ¿Te sientes capacitado para darle todos los cuidados que necesita? Hazte estas preguntas antes de comprar no sólo un periquito sino cualquier animal, sino te sientes capacitado no lo compres y le harás un gran favor a ese periquito, y por extensión, también a ti mismo.
Aspecto que debe tener el periquito
Posiblemente adquiriremos nuestro periquito en una tienda de animales, donde en un gran jaulón hay varios ejemplares. A la hora de elegir, debemos tener en cuenta que pueden haber periquitos enfermos debido a las malas condiciones en las que normalmente se encuentran en las tiendas, los cuales, ante nuestra presencia, parecerán sanos, ya que se asustarán y pegarán su plumaje al cuerpo y se moverán, dando la impresión de ser ejemplares sanos. A la hora de fijarnos en ellos, estos consejos nos pueden resultar de ayuda a la hora de indentificar un periquito sano:
1. Plumaje liso, sin claros. Plumas de la cola sin formar son indicativos de aves jóvenes. El animal debe ser capaz de efectuar vuelos cortos.
2. Las aves que en la tienda estén con el plumaje ahuecado y en el fondo de la jaula y se dejan sacar con facilidad, están enfermas.
3. El plumaje de alrededor del ano, no debe estar pegajoso o sucio. Las patas y las garras deben estar limpias..
4. El pico no debe tener grietas. Los orificios del céreo deben estar libres y limpios. No debe jadear al respirar, ni emitir ruidos ásperos.
5. Debe tener la piel rosada. Una piel amarilla indica una degeneración adiposa. Debe tener una musculatura dura en el pecho y no esponjosa al tacto.
6. Si buscas un periquito joven, pincha aquí para saber como determinar la edad de un periquito.
Cuando llega a casa
Hay que dejar descansar al periquito una semana cuando lo llevamos a nuestro hogar, ya que le costará aclimatarse a su nuevo alojamiento donde no están sus hermanos, ni padres, ni el criador. Tampoco se debe dejar volar al ave hasta por lo menos una ó dos semanas después de su llegada al nuevo hogar.
Durante esos primeros días, procuraremos que nuestro periquito esté tranquilo y no sea molestado. Una vez ya esté acostumbrado a su nuevo entorno, podremos empezar a interactuar con él.
Por otra parte, si ya tenemos periquitos en nuestro hogar y hemos adquirido otro, por ejemplo una pareja para un periquito que esté solo, sería conveniente disponer de otra jaula a modo de cuarentena, ya que es posible que nos lo hayamos traído con alguna enfermedad contagiosa para nuestros otros periquitos, como pueden ser los ácaros de la sarna o parásitos.

La cría de nuestra pareja de periquitos

La reproducción
Muchos pájaros no se reproducen hasta la llegada de la primavera, sin embargo el periquito se aparea y cría en cualquier época del año, le es indiferente la estación en la que nos encontremos. No obstante, nosotros como cuidadores, debemos proporcionarles unas condiciones adecuadas para la cría, y lógicamente una temperaturas muy bajas típicas del invierno no son las condiciones más recomendables. Lo ideal es colocar el nido para los meses de marzo o abril.
Como ya tenemos claro que nuestra pareja es realmente una pareja y que ya está establecida, si la cosa va bien veremos que el macho se vuelve inquieto y travieso, cantando alegremente y saltando de un saltador a otro, se acercará a la hembra, se alejará y regresará rápidamente, mientras se aproxima a la hembra irá cantando y veremos como se le estrecha la pupila, dilatándose casi al punto de manera muy rápida.

Podemos conocer cuando una pareja, y concretamente la hembra, están en celo porque les cambia el céreo. En los machos el azul pasa a ser levemente más intenso y brillante. En las hembras es donde más se acentúa, ya que su color beige-marrón se vuelve marrón oscuro y algo más rugoso, está deseando ser madre.


Todo va según tiene que ir, pero falta el apareamiento. Cuando llegue el momento ella aceptará el cortejo del macho y se mostrará dispuesta, la veremos levantar la cola y reclinar la cabeza hacia atrás, toda una invitación que el macho no desaprovechará, colocará una de sus patas sobre la espalda de ella y un poco a lo torpe irá picando sobre ella mientras coge la postura para montarse encima, la cubrirá con una o las dos alas, mientras irá regalándole besitos continuamente, y entonces las cloacas de ambos entrarán en contacto y él depositará su semen en ella. Pueden estar apareándose durante tres o cuatro días.
La hembra empezará a entrar en el nido, entrará y saldrá, poco a poco empezará a pasar más tiempo dentro, hasta que ya apenas la veamos salir del nido más que para hacer sus necesidades (las hará en gran abundancia) y comer algo. Esto significará que va a empezar la puesta de los huevos, una pareja normal y en perfectas condiciones pone una media de 4-9 huevos. No siempre de todos los huevos saldrá un polluelo, sobretodo si la pareja es primeriza. Los huevos que están fecundados tienen un color más rosáceo y los que no lo tienen más blanco, el color es más clarito respecto a los fecundados.

Puesta e incubación
Hemos dejado a nuestra hembra dentro del nido, sus salidas se van haciendo menos y menos frecuentes, hasta que al fin, a los diez o doce días de haber entrado al nido pone el primer huevo, que incuba desde el primer instante.
En días alternos irá poniendo el resto de huevos hasta concluir la puesta, esto quiere decir que si el primer huevo lo pone un lunes, el segundo será para el miércoles y el tercero para el viernes, así sucesivamente, aunque debido a bajas temperaturas o a algún otro factor, los plazos pueden alargarse. La incubación corre por entero a cargo de la hembra, que apenas sale del nido más que para comer, y si su "esposo" es bueno, será él quien se ocupe de este menester.
El macho se asomará al nido, la llamará y ella subirá y asomará la cabeza por el orificio, abriendo el pico, donde el macho depositará amorosamente la comida que ha preparado en su buche. Tampoco es raro ni debemos preocuparnos si el macho entra en el nido para alimentar a la hembra, así mismo, es también normal que alguna hembra no tolere que el macho se quiera meter hasta la cocina y lo quiera echar a patadas, o más bien, a picotazos.
Es muy curioso observar a una periquita empollando, ya que está con las plumas erizadas cobijando por completo a los huevos. No hay que molestarlas cuando incuban, por lo menos excesivamente, mi experiencia me ha demostrado que hay hembras que aceptan mejor que otras que saciemos nuestra curiosidad abriendo la tapadera del nido, pero es mejor no abusar, ya que sino podemos ocasionar que abandone la nidada o que incluso rompa los huevos.
Nacimiento de los polluelos
La eclosión varía de acuerdo con la estación del año, oscilando entre los dieciséis a diecinueve días. En esta fecha nace el polluelo del primer huevo y con un día de intervalo o dos van naciendo los demás, esto se debe a que la puesta de los huevos las hace también en días alternos. Los polluelos que nazcan primero, con su calor, contribuirán de manera indirecta a la tarea materna, incubar.
Desde el primer instante chillan con una estridencia semejante a la del ratón, siendo gracioso oírlos. De esta manera se sabe que en el nido ya hay recién nacidos. Nacen sin plumas y con los ojos cerrados, los cuales no abren hasta el séptimo u octavo día de su existencia.
Durante la primera semana la madre les alimenta con lo que se llama “leche de periquita” que es una sustancia que segregan cuando están criando y en ningún caso puede ser reemplazada por la papilla de la cría a mano, ya que contiene nutrientes indispensables para el desarrollo del polluelo.
Mientras tanto les va naciendo un plumón de color blanco-ceniciento, que más adelante desaparece para dar paso al definitivo y verdadero plumaje. Si os fijais, podréis observar que las crías tienen abultada la parte del cuello, no os alarméis porque eso es el buche.

Aquí podemos ver, de izquierda a derecha, pequeñajos con una semanita de edad, ya más creciditos con dos semanitas de edad y la última con veinte días. Hay que notar que estas edades se corresponden al primero que nació.


Cómo alimentar a los progenitores que están criando
Los únicos cuidados que requieren es que no les falte mijo, alpiste, avena (su mezcla de semillas habitual), lechuga, agua y hueso de sepia o jibia.
Deberán disfrutar de todos estos alimentos diariamente, ya que las semillas les son indispensables como alimento, el agua y la lechuga para ayudar a la digestión y posterior regurgitación a los polluelos, aparte de ser necesarias para el organismo, y el hueso de sepia para la formación de los huesos y buen desarrollo de las crías, puesto que lo que coman los padres, comerán sus polluelos.
En las tiendas de animales venden un compuesto llamado "pasta de cría", que como su nombre indica es especial para parejas reproductoras. Normalmente no le harán ni caso hasta que no nazcan los polluelos, que es cuando la comerán para alimentar a los pequeñajos.

Desarrollo y salida de los ejemplares jóvenes
Cuando han cumplido alrededor de los 30-35 días de edad, los ejemplares van saliendo del nido, pero como ocurrió con la puesta de los huevos y la posterior eclosión, no salen todos a la vez, sino que el primero que sale es el primero que nació.
La alimentación dentro del nido corre a cargo de la hembra ayudada del macho, quien entra en el nido y va cuidando también de la prole. Fuera del nido, normalmente se encarga el padre hasta que ellos ya son lo suficientemente hábiles para procurársela ellos mismos, este aprendizaje dura unos diez días.
Si hemos topado con una pareja buena, veremos como aún sin haber salido todas las crías del nido, ya ha empezado la hembra una nueva puesta de huevos.
Separación
Es un punto en el que hay que tener bastante cuidado. No podemos poner a un periquito recién salido del nido, solo en una jaula porque no sabe donde queda la comida y puede morir de hambre, no es una tontería.
Pero puede darse el caso, como me ha sucedido a mi, que una vez el primer polluelo sale del nido, la madre ya no vuelve a dejarlo entrar y se pone agresiva con él, llegando incluso a hacerle daño, en este caso hay que apartarlo enseguida. Yo lo que hacía era colocar a estos recién salidos en otras jaulas con otros pericos ya adultos, así podía fijarse en ellos y aprender a comer, a ver donde queda el agua, lo que es la vida de un periquito.
Que un polluelo sea atacado por sus padres se debe a que seguramente la hembra va a empezar una nueva puesta, no reconocerá a su hijo y atacará. En una jaula apenas hay espacio para huir, con lo que puede sufrir mucho daño.
Así que yo recomiendo estar pendiente de la primera salida para ver como reaccionan sus progenitores y si es conveniente separarlos de ellos. Si todo marchara bien, la separación debe realizarse unos diez días después de la salida.
La alimentación será la corriente, o sea, la indicada para la comida del periquito en general.
Lances en la cría
Aquí te muestro algunos de los problemas que se te pueden presentar en la cría, no están todos, pero si los más usuales:
Muerte de los polluelos, esto puede ser debido a la falta de comida, descuido nuestro, sobretodo de la lechuga, hay que darles periódicamente una hojita de lechuga, lavada y no muy fría si la hemos sacado del frigorífico. Tampoco les debe faltar nunca agua. Recuerda que los polluelos se alimentan de lo que comen los padres.
Puede darse que fallezca uno de los progenitores:
Están incubando y fallece la hembra, no podrá hacerse nada salvo si tenemos otras parejas criando, probar a depositar un par de huevos por nido.
Están incubando y fallece el padre, la hembra puede continuar incubando o no, depende de ella, ya no tendrá el apoyo del macho para alimentarla.
Polluelos nacidos y fallece la hembra, si la hembra fallece dentro del nido se enfriará y dejará sin calor a las crías que fallecerán también, si muere fuera o ya son algo grandes y retiramos el cuerpo de la madre, los polluelos piarán pidiendo comida al padre que se encargará de alimentarlos, y lo hará bien, pues a mi me ha ocurrido, se me escapó la hembra, pero eso sí, los polluelos ya deben estar un poco crecidos.
Polluelos nacidos y muere el padre, no hay problema. Ella seguirá criándolos.
Otro lance frecuente es encontrarnos con huevos fuera del nido, o rotos , debido posiblemente a que hemos estresado a nuestra hembra abriéndole el nido cada dos por tres para mirar en su interior, no hay que abusar, y si lo hacemos hemos de procurar no asustar al animal o esperar a que salga a comer y echar un rápido vistazo. Para este caso sirve lo dicho anteriormente, podemos coger los huevos con cuidado y volver a colocárselos a ella o a otras parejas que estén incubando.
Si es un pequeño polluelo el que nos encontramos que han echado fuera del nido, jamás debemos intentar de alimentarlo nosotros porque lo único que haríamos es acelerar su muerte, sólo nos queda devolverlo al interior del nido y esperar.
De este problema ya he hablado anteriormente, y es que la hembra ataque a sus crías conforme van saliendo del nido, esto no se puede curar, y lo único es vigilar la salida y alejarlos de la hembra, poniéndolos en otra jaula con más pericos para que aprenda a comer, si no podemos hacerlo, podemos optar por ser la hembra quien sea apartada, pues las crías ya serán lo suficientemente grandes para que sea el padre quien se encargue de ellas. Yo prefiero la primera opción, apartar a las crías, pero con mucho cuidado de vigilar que coman.
Otro de los problemas que muera la hembra durante la puesta por atravesársele un huevo, en este caso, si observamos que están alicaídas y con el plumaje erizado, le untaremos el bajo vientre con una plumita mojada en aceite de oliva puro, muy refinado, ya que esta untura puede facilitar la depositación del huevo.
Resumen y últimos consejos
A modo de recopilario, los pasos a seguir serían:
1. Una pareja de periquitos, macho y hembra, con un año de edad y que esté establecida. Si no lo está habremos de esperar a que la hembra acepte al macho.
2. En una jaula de cría para ellos solos ponerles un nido, esto les incitará a críar.
3. La alimentación típica cuidando que no falte hueso de sepia, piedra de calcio y lechuga.
4. Él la montará, ella empezará a entrar al nido hasta que llegue un momento en que ya apenas salga
5. Pasadas unas dos semanas aproximadamente la hembrá pondrá su primer huevo, los sucesivos serán en días alternos.
6. Transcurridos unos dieciocho días eclosionará el primer huevo, los demás en días alternos.
7. Treinta días después del primer nacimiento, el primer polluelo en nacer saldrá del nido.
8. Si todo va bien, dejaremos a la descendencia con los padres para que aprendan a comer, si hay problemas los separaremos de los padres, cuidando de que no mueran de hambre por no saber dónde quedan los comederos.
Unos últimos consejos
La cría desgasta mucho ya que exige un gran esfuerzo físico, así que no debemos permitir que nuestra pareja haga más de dos o tres puestas al año, procurando que haya descanso entre una puesta y otra. Si dejamos el nido puesto seguirán y seguirán criando hasta que la hembra muera de puro agotamiento, además de que las últimas nidadas serán muy débiles.
Podemos encontrarnos que para cuando vayamos a retirar el nido porque ya ha salido el último polluelo, nos demos cuenta que la hembra ya tiene empezada una nueva puesta, si no queremos que continúe dejaremos que acabe la puesta, si retiramos el nido prematuramente, romperemos el ciclo de la periquita, que se verá obligada a buscar otro nido, con los problemas que eso puede ocasionar de estrés psicológico e incluso problemas físicos. Así que esperaremos a que deposite el último huevo y lo ideal sería sustituirlos por huevos de plástico y esperar a que sea la propia hembra la que abandone el nido, aunque eso no siempre funciona, así que simplemente retiraremos el nido y aprovecharemos para limpiar y desinfectar, así dejaremos el nido listo para futuras ocasiones.
Para el que se lo pregunte no hay ningún problema en cruzar periquitos australianos o comunes con periquitos ingleses. Si es la hembra la inglesa, los periquitos saldrán con su tamaño, pero no tan grandes como un inglés puro. Si es el macho el inglés, nacerán más próximos a los comunes, aunque también serán levemente más grandes.

Cuestiones previas a la cría y reproducción de los periquitos

No es un juego
Antes de permitir la cría de nuestros periquitos debemos asumir que tendrán descendencia y que por lo tanto tendremos que estar seguros de poder proporcionarles alojamiento y cuidados. Si solo tenemos una jaula con una pareja no podemos pretender que esa misma jaula luego albergue a los padres más la posible descendencia, ya que los problemas de espacio ocasionan que los padres ataquen a los polluelos conforme van saliendo del nido.

Si finalmente permites que tu pareja críe, descubrirás lo fascinante que es ver la evolución de una puesta de huevos. A continuación encontrarás todo lo que debes saber para que todo vaya bien.



Selección de ejemplares
Esto tiene sentido si vamos a adquirir en la tienda de animales unos periquitos con la intención de hacerlos criar, si ya tenemos una pareja establecida, no hace falta seleccionarlos.
Evidentemente hay que juntar un macho con una hembra, sino por mucho que lo intentemos no obtendremos nada :-) Para ello tendremos en cuenta el capítulo que trata cómo determinar el sexo de los periquitos, hay que escoger dos ejemplares ni muy jóvenes ni ya excesivamente mayores, la edad mínima en ambos miembros de la pareja es de diez meses, pero es muy recomendable esperar al año de edad, con esto nos aseguramos que ambos estén preparados para el desafío que supone sacar adelante una nidada.
Si ya hemos criado otras veces hay que saber que la habilidad para criar se hereda, si tenemos una pareja muy buena reproductora, su descendencia también lo será, así que escogiendo a uno de ellos tendremos la seguridad que son buenos criadores, esto no se tiene si los adquirimos en tienda.
El hecho del color de los reproductores influye en el color que tendrán los polluelos. Veremos que hay colores dominantes y colores recesivos, entre los dominantes se hallan el verde, el azul y el violeta, y entre los recesivos se cuentan el amarillo y el blanco. Esto no quiere decir que unos reproduzcan mejor que otros, un periquito verde puede ser peor criador que uno blanco y viceversa.
Se gustan, no se gustan
Los periquitos, al igual que las personas, tienen sus gustos, les puede gustar el compañero o compañera que les hemos puesto o no. Si se gustan no hay problema, pero si no lo hacen habremos de cambiarle la pareja. Si tenemos varios periquitos juntos podemos observar si ya hay parejas establecidas y entonces apartarlos en otra jaula con nido para criar, si no es así, tendremos que ir haciendo pruebas, podemos tener éxito a la primera o tardar un poco más.
No todo el mundo tiene espacio para albergar aviarios con muchos periquitos, donde las parejas se establecen de acuerdo a los gustos de los periquitos. Así que puede darse el caso de que hayamos comprado en una tienda de animales una simpática pareja y que una vez llegados al año de edad, si es que no lo tienen ya, queremos hacerlos criar y nos encontramos con que no hay manera. Es posible que nuestros periquitos no se vean como pareja. No hay que alarmarse.
En estos casos lo mejor es separarlos, bien mediante separador, bien utilizando otra jaula, los ponemos juntitos, que se escuchen y se vean pero no puedan estar juntos. Lo normal es que se echen de menos y deseen estar juntos, veremos que intentan acercarse a través de los barrotes, habrán pasado un par de días o quizá una semana, pero será el momento de juntarlos de nuevo y volver a colocarles el nido. Hay parejas que no dan ningún problema y crían a la primera y otras que les cuesta un poco más, no hay que rendirse, casi en la totalidad de los casos tarde o temprano se consigue la crianza.
Sabemos que tenemos una pareja cuando...
Sabemos que tenemos una pareja ya establecida cuando vemos en ellos el comportamiento típico de una pareja, rascarse mutuamente las zonas de difícil acceso como la nuca o espalda, darse besitos y regurgitar comida al amado, que normalmente es el macho el que alimenta a la hembra aunque en ocasiones pueden variar los roles y podemos ver a una hembra alimentandolo a él.


En este último aspecto el que la hembra acepte la comida agachándose levemente, levantando ligeramente la cabecita y abriendo el pico, es síntoma de que acepta al pretendiente como pareja estable. Además, ella lo utiliza como prueba de que será buen padre y en el futuro sabrá alimentar a los polluelos que puedan nacer de la puesta de huevos.
No mostrarán comportamiento sexual hasta que le coloquemos el nido, ya que ello les incita a criar, con lo que si no queremos que nuestros periquitos se reproduzcan simplemente con no ponerles un nido es más que suficiente. Así que si no les ponemos nido no criarán, pero la pareja seguirá establecida y mostrando todo el comportamiento típico.
El Nido
El periquito no cría como los demás pájaros, en estado silvestre, su nido es la sequedad de un tronco de árbol, en cautividad sigue el mismo sistema.
La primera vez que en cautividad se consiguió la reproducción fue con un nido de coco, totalmente ya en desuso, que consistía en aserrar el coco tal cual es extraído del cocotero por la mitad, se vaciaba y se volvía a unir con alambres, se le practicaba un agujero y servía perfectamente para la cría. Estamos hablando del año 1.855 y fue como por casualidad que la condesa Schwerin de Alemania logró crialos en cautividad.
En algunos lugares de este ancho mundo se utiliza un nido llamado de pita, consiste en aserrar un tronco seco de la pita y tapar con hojalata los extremos. Se hace un agujero para que los periquitos lo vacíen, lo que llevan a cabo con bastante rapidez, el inconveniente radica en que no se puede controlar la cría mirando en el interior ni limpiarlo debido a su difícil estructura.
El nido de madera es el más usual y más recomendado, reúne las mejores condiciones para la cría, puede construírselo uno mismo pues solo se necesita seis tablas, cuatro para el cuerpo, una para el fondo y la última para la tapadera, puede hacerse del tamaño que se quiera a fin de adecuarlo a la jaula, pero hay que tener en cuenta que cuando eclosionen los huevos deberá albergar a la hembra más sus polluelos.
Su mayor ventaja estriba en que como tiene una tapadera, puede abrirse a voluntad y observarse la evolución de la cría y limpiarse muy fácilmente. Unas medidas orientativas de este nido serían 15 cm de ancho, 25 cm de alto y 15 cm de profundidad. En la parte superior del anverso se hará un agujero de unos 4 cm de diámetro, por el que puedan entrar y salir los progenitores y las crías. Debajo de dicho agujero se colocará una pequeña tablilla que servirá para el fácil acceso al orificio de entrada. Se pueden encontrar nidos ya hechos en cualquier tienda de animales.
En una misma jaula no colocaremos más de una pareja criando y un nido, si es una pajarera y hay varias parejas, colocaremos los nidos a prudente distancia unos de otros, y más nidos de los necesarios para que no se produzcan riñas entre las hembras por los nidos.
Por último decir que el periquito es animal de pocos lujos, no necesita que le pongamos nada de fondo en el nido, ni papel de periódico, ni algodón, ni serrín ni nada de nada de nada, yo recomiendo no colocarles nada, solo el nido tal cual, la hembra se encargará de hacer en el fondo un pequeño trozo ovalado para depositar los huevos, y si el nido ya lo trae, ella lo hará más grande.

Limpieza e Higiene

Limpieza de lo que rodea al periquito
Tiene mucha importancia la higiene en todo cuanto se refiere al periquito. Es necesario ocuparse del alojamiento de nuestra mascota. Las jaulas deben limpiarse con frecuencia incluso desinfectándola, así podemos evitar muchas enfermedades de los periquitos por falta de higiene en su jaula. No hay que dejar que se acumule la suciedad en el fondo de la jaula, tampoco disponer los palos de forma que un periquito situado en uno superior pueda deponer en uno que esté inmediatamente debajo o en un comedero.
Los accesorios también habrá que limpiarlos, palos, bebederos y comederos, los bebederos cambiarles el agua frecuentemente en invierno y cada día en verano, procurando que no se forme esa capa verde debido a la estanqueidad del agua. Con los comederos tendremos en cuenta un detalle, las cáscaras vacías hay que retirarlas y rellenar con semillas nuevas, pero con cuidado de no dejar las semillas del fondo del comedero siempre en el fondo, porque llegará un momento que esas semillas tengan meses de antigüedad.
Ha de observarse periódicamente si los periquitos tienen insectos, cosa fácil de ver mirando debajo de sus alas, sitio preferido por tales bichos. Muchas veces se nota su presencia debido a que los periquitos se expurgan de manera anormal, con verdadero furor.
Como complemento, jamás debe faltar la ventilación ni la luz, el que piense que puede tener periquitos en malas condiciones, o posee mucha imaginación o mala voluntad.
Cómo se limpia nuestro periquito
Observando a un periquito podemos comprobar como es su aseo personal, veremos que después de alimentarse, si notan su pico sucio, se lo limpiaran ayudándose de los palos de la jaula. Cuando estén tranquilos se asearán sus plumas con el pico y las patas.
Respecto a sus uñas, el mismo roce con los palos hará que se mantengan dentro de un tamaño razonable, pero sino fuera así y tuviésemos que cortárselas, lo mejor es acudir a un veterinario de exóticos, ya que las uñas de los periquitos tienen una venita que si se la cortamos podemos ocasionarle una hemorragia. Si por diversos motivos no hay más remedio que ser nosotros los que tengamos que cortarle la uñas, cogeremos al animal, y a trasluz miraremos donde termina esa pequeña venita, para ver a partir de donde podemos cortar para no causarles una herida y una infección. Evidentemente, si se la causáramos, hay que desinfectarle la herida y curársela.
Con todo, debemos saber que si le cortamos la uñas una vez, tendremos que hacerlo siempre, ya que ocasionaremos que, al crecer, salgan más curvadas que de costumbre, teniendo problemas el periquito para coger agarre. Para el pico con una piedra de calcio y un hueso de sepia se lo limará y lo dejará filoso a la vez que hace acopio de minerales.
En verano y en días de mucho calor, podemos optar nosotros mismos por refrescarles con un pulverizador, procurando no darles directamente con el agua y mojarlos de pie a cabeza, es más preferible mojar partes de la jaula para que él luego se restriegue y se humedezca. También podemos optar por una bañera para periquitos, las hay para colgar por fuera de la jaula o interiores, en cualquier caso lo ideal es no sobrepasar los dos centímetros de agua, lo suficiente para que disfrute de un chapuzón sin el peligro de que se sumerja por completo. No a todos les gusta la bañera y no deberíamos preocuparnos si no le hacen ni caso, seguramente prefieran el método del pulverizador.

Comportamiento y Lenguaje

Comportamiento y Lenguaje
Ya tenemos a nuestro periquito en el lugar que hemos elegido para él, una jaula, un aviario, un jaulón, pero no sabemos si está a gusto, si está tranquilo, si necesita algo, estos datos nos pueden ayudar a conocer mejor a nuestro periquito y por lo tanto a proporcionarle unos cuidados más adecuados.
Tareas que realiza cuando se encuentra tranquilo
Sabremos que nuestra mascota está a gusto cuando veamos que se asea y limpia el plumaje con el pico, poniendo cada pluma en su lugar correspondiente, vamos, que vemos que nuestro periquito se está poniendo guapo :-)
Otra actividad que hará es rascarse la cabeza y la nuca con una de sus patas. Se limpiará el pico si está sucio restregándolo contra los palos o los barrotes de las jaulas.
Si el pájaro no se encuentra tranquilo no emitirá su clásico gorgojeo, no cantará, aunque también es posible que nos hayamos topado con un periquito tímido...
Saltará de palo a palo, se moverá, lo veremos disfrutando del interior de su habitáculo.
Cuando esté de lo más relajado, esconderá una de sus patitas en su plumaje, el cual inflará otro poco y empezará a emitir su clásico gorjeo pero a un volumen muy bajo. Tenemos a nuestro periquito de lo más contento y feliz.
Qué nos quiere decir
Si permanece sobre una sola pata significa que se encuentra en un estado de relax, está descansando tranquilamente.
Si estira un ala y una pata al mismo tiempo, como desperezándose, nos está comunicando que necesita ejercicio, necesita moverse, esto puede ser debido a que la jaula sea demasiado pequeña o que hemos puesto demasiados juguetes dentro y no le dejamos moverse.
Si mantiene el plumaje levantado, formando una bola, y está decaído, es señal de que necesita calor, quizás en el lugar que hayamos dejado la jaula no le llega el calor del sol. Cuando es al contrario y tiene calor, veremos a nuestro periquito con las alas ligeramente separadas del cuerpo y probablemente con el pico levemente abierto. Los periquitos no sudan y esto les ayuda a bajar la temperatura corporal. También podemos verlos en ese estado si han realizado un esfuerzo considerable, por ejemplo después de una larga sesión de vuelo.
Si lo observamos con todo el plumaje pegado a su cuerpo, todo tieso, respirando con rapidez y estirando el cuello hacia arriba nos está diciendo que está asustado o que lo hemos asustado, volverá a su estado normal cuando se le pase el susto, ¡todo puede ser que haya visto un fantasma! Aunque lo más normal será que lo hayamos asustado nosotros al acercarles nuestra mano, o al hacer un movimiento brusco cerca de ellos. El perseguirlos para devolverlos a la jaula después de un paseo fuera de ella, también los estresa mucho.
Las peleas de los periquitos
Los periquitos que viven en compañía o si introducimos uno nuevo en la jaula de otro ejemplar podemos ver que se produce una pelea. Habrá que distinguir la forma de actuar de un macho y la de la hembra.
Un macho atacará a otro macho por comprobar quien es el dueño de un palo, o quien come primero, son pequeñas riñas que se limitan a piar fuertemente y a levantar el plumaje, si la cosa es más seria levantan una de las patas y dan con ella al abdomen de su contrincante. También podemos ocasionar una riña si colocamos en la misma jaula dos machos y una hembra, ya que los machos se pelearan por esa hembra. Un macho rara vez causa la muerte a otro. Un macho atacando a una hembra es muy raro de ver, yo nunca lo he visto, los periquitos son más civilizados que nosotros.
Una hembra atacará a otra hembra porque por naturaleza se llevan mal, por lo menos así lo dicta mi experiencia (aunque siempre hay excepciones), como en el caso anterior, si colocamos dos hembras y un solo macho, las hembras se atacarán, y lucharán hasta que una de las dos muera, ellas son más duras, utilizan el pico fuerte que poseen para infligir más daño a su adversaria. Una hembra sí atacará a otro macho para librarse de sus carantoñas si él está interesado en ella pero la hembra no congenia con él, le picará hasta que el macho se vaya, no suele ser nada serio mientras exista suficiente espacio en la jaula o pajarera para alejarse y huir.
El periquito como ave social
Los periquitos son aves muy sociables, en libertad viven en grandes bandadas y por lo tanto su vida transcurre rodeados de ejemplares como él. Así que podemos decir que la necesidad de estar acompañado es algo que está muy dentro de un periquito. Contra más compañía tenga más feliz se sentirá, si no podemos disponer de una pajarera con varios ejemplares, simplemente teniendo una pareja será de lo más feliz.

Claros ejemplos de comportamiento social de tres parejas. Rascándose mutuamente y alimentando cariñosamente a su pareja.


Edad y Sexo

¿Macho o Hembra? Cómo distinguir el sexo.
En el periquito es muy fácil distinguir los sexos, es una de las aves que tiene más acusada la distinción entre macho y hembra.
Todo consiste en fijarse en el color de la cera, la cera es una membrana que cubre los orificios nasales, en la parte superior del pico. Los machos tienen la cera de color azul y en algunas variedades rosa con diferente tonalidad por completo y la hembra blanco-azulino o marrón. El color definitivo de la cera se da cuando el ejemplar ya es adulto, antes ya resulta un tanto más complicado distinguir la tonalidad de la cera, aunque no es imposible.







En los periquitos jóvenes, el céreo aparece rosa pálido tanto en hembras como en machos, pero si nos fijamos bien hay una pequeña diferencia, en ellos el color es mas uniforme, en las hembras la zona alrededor de los orificios nasales es mas clara, casi blanquecina.
Para los casos más difíciles en los que el color de la cera está indefinido existe otro método, quizás lo conozcas o hayas escuchado hablar de él. Consiste en coger al periquito con sumo cuidado y palparles lo que es la zona del bajo vientre, la barriguita, la diferencia está en que ellas tienen una cavidad destinada al paso de los huevos y ellos evidentemente carecen de ella. Esta diferencia es muy complicada de apreciar, con lo que aplicar ese método probablemente no nos aclare nada y lo único que consigamos es asustar al ave.
Por el carácter también se puede hacer la distinción entre macho y hembra. Ellas son más agresivas, más ariscas y más huidizas que ellos, que son más tranquilos y algo más confiados. Si tenemos dudas con el color del céreo, el comportamiento nos puede ayudar a afinar el sexaje.
La edad del periquito
Al igual que el sexo, la edad se determina también de una forma bastante sencilla, solo hay que tener en cuenta algunos detalles para distinguir un ejemplar joven de uno viejo.
En los ejemplares jóvenes aparecen unas ondulaciones o rayas negras en la frente que les llegan hasta el céreo, conforme van madurando estas rayas van desapareciendo dejando la frente completamente despejada. Esto no nos será de ayuda si nuestro periquito es albino o totalmente blanco, ya que carecerá de rayas en el plumaje. Otro método muy habitual para conocer la edad es fijarnos en los ojos, en los jóvenes todo el ojo es de color oscuro, y a medida que va creciendo y envejeciendo empieza a percibirse un disco blanco en torno a la pupila.

Claro ejemplo de un periquito joven recién salido del nido, rayas negras hasta el céreo, ojo completamente negro, pico no muy lustroso y céreo sin definir todavía. Por el contrario, en la fotografía del centro podemos apreciar a un periquito ya adulto, y en la de la derecha, los efectos del paso del tiempo.Periquito muy joven

Alimentación

¿Qué le doy?
Los periquitos se alimentan principalmente de alpiste y mijo, en las tiendas venden comida preparada para ellos. De vez en cuando, en días alternos les podemos colocar una hojita de lechuga bien lavada para eliminar posibles restos de pesticidas y secada (y si la sacamos fría de la nevera, esperar un tiempo antes de dársela al pájaro), a ellos les encanta y la devorarán enseguida, a más periquitos más lechuga.
Esta vendría a ser la alimentación básica aunque como buenos cuidadores de nuestros periquitos debemos complementarles su dieta.
¿Qué más puedo darle?
La fruta les encanta, así que puedes darle casi todo lo que se te ocurra, pero tenemos que tener en cuenta que hay fruta más beneficiosa para ellos y otra que les es más perjudicial e incluso venenosa.
La fruta como la manzana, la pera, o la sandía es buena para ellos, también les puedes dar arándanos, cerezas, fresas, mandarinas, melocotones, melón, naranjas, piñas, plátanos o uvas. No todos los periquitos se las comen ni saben que son comestibles, pero si son curiosos no tardarán en acercarse a investigar y como todo lo pican comprobarán que está bueno y ya no podrá dejar de comer la fruta que le vayamos poniendo.

En cuanto a las verduras, acelgas, apio, berenjenas, espinacas, guisantes, hinojo, mazorcas frescas de maíz, pepino y zanahorias son aptas para ellos. Y cómo no, la estrella de las verduras: la lechuga. En verano se las podemos dar humedecidas y todavía las disfrutarán más al poder restregarse contra ellas para estar fresquitos antes de comérsela.

Las frutas y verduras hay que lavarlas bien antes de dejar que nuestros periquitos las coman. Evidentemente si las sacamos del frigorífico hay que esperar a que adquieran temperatura ambiente.
También tenemos el panizo, que es simplemente mijo en rama, les gusta mucho y lo devoran en un abrir y cerrar de ojos, eso sí, es bastante calórico y por lo tanto hay que proporcionárselo a nuestra ave con prudencia, lo bueno es que es bastante barato. En el mercado existen unas barritas que se enganchan en los barrotes de la jaula que contiene comida prensada junto con vitaminas, miel y frutas, son más caras pero también se la comen, eso sí, no todos adivinan que esa "cosa" se puede comer. Estas barritas no se encuentran en su hábitat natural y vendrían a ser una golosina como lo podría ser para nosotros un trozo de chocolate o un producto de bollería, por lo tanto tampoco hay que abusar de las barritas, si queremos dársela como capricho, una barrita cada dos-tres semanas por periquito es lo ideal.
Por último están los minerales, en cualquier tienda de animales podemos adquirir un hueso de sepia o jibia, una piedra de calcio o grit. El hueso de sepia y la piedra de calcio no deberían de faltar en la jaula, les servirá para hacer acopio de minerales y para limarse el pico. El grit es arena gruesa con trocitos enteros de concha y pequeñas piedras, les ayuda a hacer la digestión ya que los periquitos no tienen dientes. Se coloca en un comedero distinto al de su comida habitual y se deja a libre disposición del ave.
Resumiendo, lo principal que deben tener siempre es alpiste y agua, el agua muy importante, es preferible que falte el alimento al agua, que debe cambiarse frecuentemente. Y en días alternos les daremos una hojita de lechuga y fruta, si queremos podemos comprarles alguna barrita, panizo y jibia. Son animales fáciles de alimentar, pero a los que les encanta una dieta variada.
Fruta, verdura y diarrea.
La comida habitual de nuestro periquito es el alpiste, el cual apenas contiene agua, todo lo contrario que la fruta y la verdura que son muy ricas en agua, además de la que nosotros añadimos al lavarlas, con lo que un consumo excesivo puede hacer que las heces sean más acuosas, por eso es recomendable no dejar muy húmedas las hojas después de enjuagarlas. Esto es normal y no debemos preocuparnos, su metabolismo se regulará el solo en no mucho tiempo.
¿Qué no les doy?
No les daremos restos de nuestra comida, ni alimento que no sea el suyo propio, si que podemos hacer experimentos con la fruta para comprobar cual le gusta más, pero ya está, fuera de eso, mejor nos abstenemos.
Hay que tener mucho cuidado de no darles las siguientes frutas y verduras: dátiles, pomelos, ciruelos, limones, aguacate, maracuyas, patatas, alubias, judías, cebollas y perejil.
¿Algún consejo más?
Sí, recuerda que si tus periquitos no te comen alguna fruta puede ser porque no sepan que es comestible. Si son muy jóvenes probablemente nunca hayan comido nada distinto al alpiste y se mostrarán al principio muy recelosos. Si en la jaula ya hay un ejemplar adulto que come de todo, los jóvenes lo imitarán.
Les puedes hacer a tus periquitos una macedonia de frutas y verduras, ¡seguro que les encanta!
Por último procura proporcionarle una dieta variada y no tendrás problemas. Todo lo que sea abusar es negativo para nuestras mascotas, sólo tú decides la frecuencia con la que les das todas esas golosinas.


¿Qué jaula compro?
Saber cómo alojar correctamente a nuestros periquitos es importante, ya que hay que tener en cuenta que van a pasar gran parte de su tiempo en la jaula que le compremos, sino toda su vida. Hay que comprar la jaula más grande que nos podamos permitir, ten en cuenta que los periquitos siempre han de vivir en pareja. El tamaño mínimo está en cincuenta centímetros de ancho, esto es porque los periquitos aprovechan el espacio horizontal y no el vertical, así que hay que buscar una jaula con una buena medida en cuanto al ancho se refiere.

Resumiendo, la jaula ha de ser más ancha que alta, como mínimo tendrá cincuenta centímetros de ancho para una pareja, para albergar dos parejas deberías ir al metro de ancho, también como mínimo. Es recomendable que permitas paseos fuera de la jaula para que tus periquitos ejerciten las alas, ya que en una jaula la capacidad de volar es prácticamente nula. A los periquitos les encanta trepar, así que la jaula tendrá algún barrote horizontal para que puedan agarrarse a él. La jaula, como ya sabes, ha de ser rectangular, no compres una redonda porque no son nada beneficiosas para los periquitos, en realidad para ningún ave, los periquitos, cuando se asustan buscan referencias, en una jaula rectangular las encuentran inmediatamente: son las esquinas. Pero en una jaula redonda no existe ninguna con lo que el ave se desorienta.

En el mercado existen muchos modelos de jaulas, pero hay que desechar tanto las que son redondas como las que simulan formas como mansiones o similares, aunque a nuestros ojos puedan parecer atractivas a nuestros periquitos ese tipo de jaulas les resultan poco aprovechables. Las fabricadas con madera no sirven, los periquitos todo lo pican y la destrozarían en un abrir y cerrar de ojos, además de que la limpieza es más dificultosa. Estos tipos de jaula, aunque no son nada recomendables, las venden en muchos comercios, esto es simplemente porque siempre hay alguien que por desconocimiento las compra, a lo largo de esta sección te darás cuenta de que hay más artículos que los fabricantes nos venden pero que no son buenos para los periquitos.

Procura que la jaula no tenga los barrotes pintados de blanco, ya que dificulta la visión del exterior a los periquitos. La separación entre barrotes debería de ser de un centímetro aproximadamente, si es más grande los periquitos podrían llegar a escapar (engañan mucho con su plumaje, realmente son muy delgados y una vez sacan la cabeza el cuerpo sale también) o en el peor de los casos quedarse enganchados. Si la separación es menor las patas o el pico pueden quedar atrapados. Contra más puertas tenga la jaula, mejor; ten cuenta que si deseas criar el nido se cuelga en una puerta, la bañera también, ya son dos puertas ocupadas. Si tiene posibilidad de usar separador mejor, en caso de pelea o enfermedad puede ser necesario separar unos días a tu pareja, así que el separador te puede sacar de un apuro si no dispones de otra jaula.

El Alojamiento

Accesorios
Cuando elijamos la jaula ésta traerá una serie de accesorios como pueden ser comederos, bebederos, perchas y/o juguetes. Los comederos suelen ser exteriores, se cuelgan por fuera de la jaula y son transparentes. No son del todo recomendables porque obligamos a los periquitos a meter la cabeza en un agujero para poder alimentarse, además de que al ser transparentes les hacen creer que por ahí pueden salir al exterior, así que vaciarán el comedero e intentarán salir, al ser comederos donde la tapa se puede quitar, si ellos consiguen quitarla haciendo fuerza con su cabeza se escaparán y acabarán muriendo por inanición o atrapados por algún animal doméstico como gatos o perros.
Los comederos ideales y recomendados son aquellos que son descubiertos y que se cuelgan dentro de la jaula. Eso sí, cuando retires los comederos exteriores recuerda asegurarte de tapar los agujeros que quedan. Los hay de metal y de plástico, ambos son sencillos de limpiar. Si puedes pon varios comederos para evitar peleas a la hora de comer. También ten en cuenta que la fruta, verdura, grit o la pasta de cría también van a un comedero, más información sobre alimentos en Alimentación de periquitos.
Los bebederos aptos para periquitos son los de tubo, preferiblemente que el plástico sea oscuro para evitar que microorganismos se presenten coloreando el tubo con una especie de musgo verde. Esto es inevitable, con lo que es indispensable cambiar diariamente el agua a nuestros periquitos, sobretodo en las estaciones calurosas.
Las perchas que normalmente vienen de serie en las jaulas son de plástico blanco con estrías y cortados y vacíos por la parte que queda bajo. Este tipo de percha que puedes ver en las fotografías no son válidos, una vez más los fabricantes nos la quieren colar. Estas perchas de plástico, aunque sencillas de limpiar, no ofrecen un buen agarre, las estrías causan heridas, las uñas van a parar debajo donde está el hueco, curvándose en exceso. Este tipo de perchas no son nada aconsejables y deberías retirarlas.
Lo mejor para que tus periquitos se posen son las ramas naturales, las cuales no se compran, ramas de árboles de un tamaño adecuado (puedes ver una imagen más abajo que te aclarará cuál debe ser el tamaño) las cuales permitirán un buen agarre, al ser irregulares favorecen la circulación de los dedos de las patitas. Además, ofrecen material para picar a los periquitos con lo que se limarán el pico, al igual que las uñas, que con el continuo roce con la madera se mantendrán en su tamaño correcto y sobretodo es algo natural y no prefabricado.
Seguro que en tu entorno hay árboles de los que coger prestadas unas ramas o recogerlas del suelo si les están haciendo la poda. Los árboles adecuados son los Robles, Sauces, Castaños, Almendros, Hayas, Nogales o cualquier árbol frutal. Como ves, hay multitud de árboles dónde elegir, sólo tienes que fijarte en que las ramas no hayan sido tratadas con pesticidas o cualquier otro producto químico, también en que no estén llenas de resina.
Debes colocar perchas suficientes pero sin excederte y de forma que se vean obligados a echar vuelos cortos para ir de una percha a otra, esto les servirá de ejercicio, pero nada como los paseos fuera de la jaula. Comprueba que no has situado ninguna percha encima de comederos y bebederos, sino el ave defecará en ellos con la insalubridad que ello conlleva. Tampoco ubiques una percha encima de otra, sino el periquito que esté arriba usará al que esté bajo como un nuevo diseño de baño.
Los juguetes permiten a los periquitos salir de la monotonía y divertirse un poco, el columpio siempre triunfa, así mismo, una cuerda o una escalera también les puede gustar. Tampoco es bueno llenar la jaula con juguetes, así que no te excedas. Puedes ir haciendo pruebas a ver qué juguete les gusta más y así retirar los que no suponen nada para ellos.
Los espejos o los juguetes que contengan partes reflectantes debes retirarlos y desecharlos, te explico el porqué: los espejos hacen creer al periquito que su propio reflejo es un compañero, con lo que puede abandonar a su pareja real y centrarse en su reflejo rascándole y dándole besitos, esto ocasiona frustración en el periquito ya que no recibe respuesta. Pero lo peor es cuando le regurgita comida como parte de su comportamiento social, regurgita y regurgita sin obtener nada a cambio, con lo que al final, de tanto regurgitar se gana un trastorno gastro-intestinal que puede acabar en muerte. Aunque en algunas tiendas de animales los recomienden y te intenten vender uno, no hagas caso, son muy perjudiciales.
Ubicación: ¿dónde sitúo a mis periquitos?
Empezaremos por dónde no puedes ubicarlos, la cocina no suele ser buen sitio, los humos y vapores típicos de una cocina pueden llegar a envenenar el pequeño cuerpo de un periquito, así que la cocina o cerca del extractor de humos quedan descartados. Debajo de tubos fluorescentes y cerca del televisor tampoco son buenos sitios, ellos no ven como nosotros, que vemos imágenes en el televisor y una luz continua procedente del tubo fluorescente, ellos ven como destellos rápidos y muy molestos, así que mejor evitarlos. Tampoco puedes ponerlos en habitaciones oscuras o mal ventiladas.
Un buen sitio suele ser el salón de la casa, alejados del televisor y cerca de alguna ventana. Al ser un lugar muy transitado los periquitos al principio se asustarán de la presencia de personas, pero pasado el tiempo lo asimilarán y os perderán algo de miedo, aunque no todo. Si finalmente eliges el salón como ubicación final no te olvides del descanso de tus periquitos, ellos funcionan con el ciclo del sol, cuando oscurece descansan y cuando amanecen se ponen a cantar de alegría, en el salón puede que esté la luz encendida hasta altas horas de la madrugada, impidiendo un descanso adecuado. En estos casos es mejor cubrir la jaula con una tela oscura (con cuidado de no asfixiarlos) para que descansen, así evitaremos también que se pongan a cantar en cuanto amanezca, que suele ser muy temprano para ruidos. Eso sí, ¡tampoco los descubras a las doce del mediodía!
La jaula, si se cuelga, ha de hacerse tan alto como sea posible, como mínimo a la altura de nuestros ojos. Hay que tener en cuenta que son aves y están acostumbrados a verlo todo desde arriba, en el suelo no se sienten nada cómodos. Si los pones en una mesa o sobre un pie especial para jaulas procura que no queden muy bajos.
El sol y la luz natural les es muy beneficioso, pero hay que tener mucho cuidado de no dejarlos directamente bajo los rayos directos del sol, tienen que tener siempre la oportunidad de elegir entre sombra y sol. Las corrientes de aire tampoco son nada buenas para ellos, de hecho les son muy perjudiciales, a la mínima se resfriarán y si no lo coges a tiempo pueden llegar a sucumbir. Así que tómate tu tiempo y comprueba que en el lugar que los pones no haya corrientes de aire, un buen sistema para comprobarlo es utilizar una vela o similar, si la llama se mueve o directamente se apaga, ese sitio no es válido para ubicar a nuestros periquitos.
¿Puedo tener a mis periquitos en el exterior? Pajareras y aviarios, una buena opción.
Claro, puedes tenerlos, pero siguiendo las mismas condiciones que para el interior de casa, no los pongas donde reciban sol sin posibilidad de resguardarse en alguna sombra. Las corrientes de aire también debes evitarlas, en el exterior esto puede ser un problema, pero no es tampoco imposible. Es buscar un lugar donde el viento no les alcance de lleno. A todo esto también hay que sumarle la lluvia, así que el lugar que elijamos deberá contar con un tejado o cobertizo que los resguarde del agua de lluvia.
Los periquitos soportan relativamente bien las bajas temperaturas, lógicamente no es lo mismo vivir en un lugar con clima mediterráneo que en uno donde se alcancen varios grados bajo cero, siempre ten presente que son periquitos, no pingüinos. Los periquitos adultos que siempre hayan vivido en el interior, y que de repente se encuentren en el exterior pueden sufrir bastante. Los periquitos que nazcan en el exterior no presentarán dificultades para aclimatarse.
Siempre es conveniente elegir un lugar y no moverlos de ahí, ellos no llevan bien los cambios de entorno, así que conviene pensar dónde estarán mejor y procurar dejarlos quietos. Esto a veces no es posible, así que si no hay más remedio pueden pasar una temporada dentro de casa y otra fuera, aunque serán más propensos a sufrir alguna enfermedad por los cambios de temperatura. También existe la posibilidad de sacarlos por las mañanas al balcón o terraza para que tomen el sol y el aire fresco, comprobarás que se ponen más contentos cuando salen ya que tienen más estímulos, sobretodo escuchan otros periquitos y otro tipos de aves y ellos se intentan comunicar.
En el exterior es más sencillo albergar pajareras y aviarios, donde los periquitos puedan volar y convivir con más periquitos. Pajareras también existen para interior, aunque siempre serán más pequeñas que las existentes para exteriores. Los aviarios proporcionan al periquito una semi-libertad, donde pueden volar y ejercitar sus alas, también pueden elegir pareja si hay para elegir claro está, si sólo tenemos una pareja la elección ya está hecha.
Eso sí, hay que preocuparse mucho de los depredadores y de los roedores. Los ratones pueden ser un problema, deberás vigilar que no se cuele ninguno o acabarás por tener una auténtica plaga. Otro cantar son los gatos, dependiendo de dónde vivas pueden ocasionar grandes destrozos, ellos ven en la oscuridad pero los periquitos no, se asustan y vuelan alocados acercándose a los barrotes donde las garras de los gatos los atrapan. El mismo sistema siguen las aves rapaces, si vives cerca del campo o de un coto de caza, los halcones y demás que sus dueños abandonan a su suerte se tienen que buscar alimento y nuestros periquitos enjaulados son un bocado apetecible, se posan en las jaulas o pajareras y esperan que en su loco batir de alas algún periquito se acerque para poder atraparlo con las garras. Esto se puede solucionar con un doble enrejado, con lo que ningún depredador podrá hacerse con ellos, pero el susto nadie se lo quita a los periquitos.
Podemos optar nosotros mismos por construirnos una pajarera o aviario, sobretodo si tenemos habilidades en cuanto al bricolaje se refiere. Si este es tu caso no uses madera, los periquitos la destrozarán además de que sirve como refugio para los parásitos. Lo bueno de hacerlo uno mismo es que te lo fabricas a tu gusto y necesidades.